Miércoles 25 de diciembre de 2024

Entronizarán las reliquias de la Madre Catalina en la catedral de Córdoba

  • 4 de marzo, 2021
  • Córdoba (AICA)
Las reliquias de la beata Catalina de María serán entronizadas en el altar de la catedral Nuestra Señora de la Asunción, de Córdoba, el domingo 7 de marzo.
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Durante una misa presidida por el presbítero Carlos Roberto Varas, sacerdote del clero cordobés, el 7 de marzo a las 10.30 serán colocadas en el altar de la catedral Nuestra Señora de la Asunción, de Córdoba, las reliquias de la beata Catalina de María.

Reliquia significa “lo que queda”, “lo que resta” de las personas amadas. En este caso se trata de una reliquia de primer grado, mínimas, son astillas de hueso de la Beata que colocadas en un relicario serán entronizadas en el altar del Sagrado Corazón, más precisamente en el sagrario de ese altar, por encontrarse en este lugar la imagen de la beata Catalina de María. Nada menos que el altar del Sagrado Corazón, su amo, su inspiración, el nombre que inspiró la Congregación de las Esclavas del Corazón de Jesús que ella misma fundó en la Argentina.

La comunidad se une en acción de gracias a Dios y pide de un modo especial “que la presencia de nuestra querida Madre Catalina siga siendo esperanza y fortaleza para todos los que acuden a pedir su intercesión”.

En 2017, año de la beatificación de la madre Catalina, se incluyó una imagen de la beata en la catedral de Córdoba, en el marco de la misa de acción de gracias, momento memorable en el que participaron las diversas comunidades de las Hermanas Esclavas que unas horas antes habían sido parte de una fiesta misionera.

Ahora se suma un signo más de la presencia de Catalina: sus reliquias, una confianza reparadora en tiempo de pandemia, para interceder por las intenciones que le dejan, para bendecir las “gracias especiales” que la gente acerca con gratitud y confianza en la Madre.

Ella, que junto al Cura Brochero conoció el trabajo, el dolor y la entrega durante la epidemia de cólera en Córdoba, hoy es un signo de presencia reparadora, un signo de fe para quienes necesitan de la salud física, espiritual, y de renovar la esperanza.+