En un acto de intolerancia religiosa las autoridades derriban 15 cruces en la India

Es la cuarta vez en los últimos seis meses que se derriban cruces en el estado de Karnataka.

“Una acción selectiva llevada a cabo por las autoridades contra los cristianos en el actual clima de intolerancia religiosa”, así definió el arzobispo de Bangalore, monseñor Peter Machado, el retiro de 15 cruces de una colina cerca de la Iglesia de San José, en Gerahalli (Karnataka).

Las operaciones de demolición tuvieron lugar el 23 de septiembre y duraron más de seis horas. Cerca de 300 policías y agentes fiscales aislaron la zona; algunos funcionarios retiraron una cruz de 32 metros de altura y 14 de menor dimensión: esta última representaba las estaciones del Vía Crucis.

Gerahalli -informa AsiaNews- es una pequeña parroquia con 100 familias católicas. El párroco local, padre Antony Britto, dice que recibió la visita de un funcionario administrativo el 22 de septiembre, quien le comunicó la orden de expulsión emitida por el Tribunal Superior. Al día siguiente comenzaron los trabajos de demolición: se llevaron las cruces con un tractor. Perturbados por la escena, los fieles católicos comenzaron a protestar; algunos lloraron mientras otros rezaban el rosario.

Monseñor Machado destacó a AsiaNews que durante décadas los cristianos del lugar iban al cerro en busca de devoción, pero la Iglesia no logró regularizar el uso del espacio público. 

Kanthraj, portavoz de la arquidiócesis, aclaró que hace 10 días se presentó una solicitud específica a las autoridades del distrito. “Es una zona de pastos -dice el arzobispo- pero además de las cruces, hay templos hindúes, que por el contrario no se han tocado”.

La comunidad católica señala que el área “sagrada”, incluidos los templos hindúes, mide 8 acres de un total de 173: las cruces ocupaban solo un acre de tierra. En Karnataka, donde el Partido Bharatiya Janata (nacionalista hindú) está en el poder, la destrucción de cruces está a la orden del día. La de los últimos días es la cuarta en los últimos seis meses.

Britto planea apelar contra la decisión judicial. Sin embargo, admite que será difícil encontrar los documentos necesarios. Mientras tanto, el sacerdote apela a “la paz, la oración y la calma”. +