El templo porteño de San Ramón Nonato celebra la vida
- 29 de agosto, 2019
- Buenos Aires (AICA)
El santuario de San Ramón Nonato, Cervantes 1150, en el barrio porteño de Villa Luro, prepara la fiesta grande de la vida, prevista para el sábado 31 de agosto, en honor del santo protector de los no nacidos y patrono de las mujeres embarazadas. El cardenal Mario Aurelio Poli presidirá a las 10 la misa por la vida. "Junto a San Ramón celebramos la vida", el lema.
El lema de este año será "Junto a San Ramón celebramos la vida".
El templo permanecerá abierto de 7.30 a 22. Habrá bendiciones a embarazadas, cada media hora, a niños y a quienes anhelan tener un hijo, en el gimnasio del colegio lindante con el templo parroquial.
La misa por la vida será celebrada a las 8 y la celebración eucarística de las 10 será presidida por el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Aurelio Poli. Están especialmente invitados quienes recibieron la imagen de San Ramón Nonato, para renovar su compromiso de ser Mensajeros de la Vida.
A las 12 habrá una celebración de la Palabra con bendiciones, mientras que a las 15 el capellán del Hospital Muñiz, presbítero Pablo Juan Lizarraga, bendecirá las manos de obstetras y parteras en su día.
A las 17 será la misa por el barrio presidida por el presbítero Alberto Sorace, párroco de Santa María, y a las 19.30, monseñor Juan Carlos Ares, obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario episcopal de la Zona Devoto, celebrará la Eucaristía por las familias.
Nació tras la muerte de su madre
San Ramón es considerado el patrono de las embarazadas, ya que él nació tras la muerte de su madre. Por eso se lo llama nonato, que es no-nacido en forma natural. Recibió el nombre de Ramón en honor a la persona que abrió el vientre de su madre.
Tuvo una vida de entrega a Dios y, tras ingresar a la Orden de la Merced, se ordenó sacerdote y viajó a África para ofrecerse en rescate de cautivos cristianos. Trabajó hasta el martirio por los oprimidos, defendió la vida de los sometidos y predicó con la palabra y el ejemplo.
El papa Gregorio IX lo creó cardenal de la Iglesia, y cuando viajaba a Roma para recibir el capelo, falleció el 31 de agosto de 1240.
Por ser mensajero de la vida la Iglesia lo proclamó santo y lo convirtió en patrono y defensor de la vida concebida, de las mujeres embarazadas, de los niños y de los que desean ser padres.
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