El respeto a la dignidad de la mujer es indispensable para la igualdad
- 8 de marzo, 2019
- Quilmes (Buenos Aires)
Con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora el 8 de marzo, la Vicaría de la Solidaridad de la diócesis de Quilmes envió un mensaje en el que destaca especialmente la labor de las mujeres que "se siguen movilizando y organizando para insistir en la defensa de sus derechos vulnerados".
"El Día de la Mujer fue institucionalizado por la ONU en 1975 para conmemorar la lucha por la igualdad y los derechos laborales de 100 mujeres trabajadoras textiles inmigrantes, que en su mayoría, murieron en el incendio de la fábrica en Nueva York, como consecuencia de las precarias condiciones laborales", recuerdan.
"Hoy, las mujeres siguen transitando lugares habitados por el dolor y la esperanza, como aquellas trabajadoras textiles, buscando visibilizar cotidianamente las desigualdades que enfrentan en las esferas culturales, sociales, políticas y económicas", reconocen.
En ese sentido, afirman: "Las mujeres en los barrios y en las comunidades se siguen movilizando y organizando para insistir en la defensa de sus derechos vulnerados. Son mujeres trabajadoras, vendedoras ambulantes, migrantes, explotadas laboral y sexualmente; desocupadas; golpeadas; víctimas de la violencia; en situación de calle junto con sus hijos".
"Son mujeres cartoneras, mujeres organizadas en cooperativas que junto con otras buscan vivir en dignidad y solidaridad; son mujeres luchadoras que, cada vez que desborda un arroyo, pierden sus pocas pertenencias; son mujeres atropelladas en su dignidad; son mujeres silenciadas familiar y socialmente", añaden.
En ese sentido, consideran que "el respeto a la dignidad de la mujer es la condición indispensable para superar toda discriminación y desigualdad".
"María, símbolo de liberación, porque en el Magníficat es la ?mujer de la palabra profética? recuerda la memoria agradecida por las grandes cosas hechas por Dios, sobre todo en la historia de las mujeres, anunciando la victoria de los humildes y de las mujeres silenciadas y olvidadas y la solidaridad femenina que inaugura un nuevo espacio de amigas de Dios y profetas, compañeras de camino", sostienen.
Finalmente, expresan: "El canto de María de Nazaret es una pequeña señal del Reino, apropiado de tantas mujeres que tienen una forma de ver el mundo y una forma de estar en el mundo, comprometidas con la vida, alzando la voz, proclamando su plena dignidad de hijas de Dios y ciudadanas del Reino".+