El Papa saluda a un grupo misionero argentino
- 10 de agosto, 2022
- Ciudad del Vaticano (AICA)
"Misionar, es salir de uno mismo para dar lo mejor", dijo el papa Francisco al grupo misionero de la diócesis de Río Cuarto que fueron de misión entre los pueblos originarios de Salta.
El papa Francisco envió un videomensaje tras la misión de solidaridad llevada adelante, entre los pueblos originarios de Salta, por el grupo misionero de la parroquia Nuestra Señora de la Asunción, de la diócesis de Río Cuarto
“Los sueños se construyen juntos”, es el lema de la misión entre las poblaciones indígenas de Salta, Victoria Este y Nueva Orán. Esta frase tan significativa, que es extraída de la encíclica Fratelli tutti, es recordada por el papa Francisco en su videomensaje hecho público este miércoles 10 de agosto por los medios vaticanos.
A los jóvenes y adultos que participaron de esta experiencia del 8 al 17 de julio, les expresa: “Gracias por lo que han hecho, gracias por ese trabajo”. Les recuerda: “Sigan adelante. Porque misionar es salir de sí mismo para dar lo mejor de sí mismo y lo mejor que Dios regala, y eso es una cosa muy bella”.
El pontífice también saluda al padre Mariano Cordeiro, “que los acompaña en todo esto”, afirma. “Y recen por mí, también rezo por ustedes. Así que a misionar otra vez. Que Dios los bendiga”, concluyó el obispo de Roma.
Tocar la carne de Jesús
En una carta enviada a Vatican News, el Padre Mauricio Cordeiro amplía detalles sobre la experiencia y se refiere a la importancia del lema de la misión. Explica que transcurrieron los días con las comunidades wichi, celebraron bautismos, acompañaron a las familias, se efectuaron misas y celebraciones en medio del monte, jugaron con los niños, “llevando la Palabra de Dios, compartiendo la vida y la fe”.
El presbítero reconoce que se enriquecieron “con la cultura de los hermanos originarios, saliendo al encuentro de los más pobres”. “Pudimos tocar la carne de Jesús en estas personas, en medio de una pobreza extrema, que duele, y da impotencia, Jesús nos miraba y nos sonreía en el rostro de cada hermano del monte”, escribe Cordeiro en un texto cargado de emoción.
El sacerdote comparte que las comunidades del monte son numerosas y muchas de ellas sufren problemas de desnutrición, falta de agua potable y dificultades en el acceso al servicio médico. “Causa mucho dolor la falta de humanidad con la que son tratados nuestros hermanos originarios, olvidados por todos, siendo uno de los lugares más pobres del país”, subrayó.
“Pero el Señor no abandona a sus hijos…. Nunca. Hemos percibido que el Espíritu sopla en el monte, en lo sencillo, en lo pequeño, en lo misterioso”.
Según el padre Cordeiro, “nuestros jóvenes han vuelto llenos de ilusión y esperanza, los pobres les han abiertos los ojos, creo que el Señor despertó su sensibilidad para educarlos con el compromiso con los hermanos, con el prójimo”. “Mis jóvenes son el tesoro de mi vida, me llenaron de orgullo haciendo esta tarea misionera”, confiesa.
Hace tres años visitan estos grupos aborígenes, explica que su deseo es “crecer en la amistad con estas comunidades originarias, ser sus amigos, compañeros, y por eso dos veces al año los visitamos, y recorremos más de 5 mil kilómetros para llegar hasta las fronteras con Bolivia y Paraguay, llegando bien a la periferia, monte adentro, donde late el corazón de nuestro amado Reino, el de Jesús, el de los pobres, el de los pequeños”, concluyó.+