Francisco: 'Pablo VI y Juan XXIII demuestran que Dios no hace santos en un laboratorio'

Lo afirmó en una audiencia en el Vaticano, con motivo de tres aniversarios importantes para la Iglesia: los de la encíclica "Pacem in Terris", la muerte de Juan XXIII y la elección de Pablo VI.

El Papa Francisco recibió este sábado 3 de junio por la mañana, en la basílica vaticana, a los peregrinos de las comunidades de Concesio y Sotto il Monte, ciudades del norte de Italia donde nacieron dos santos papas, muy amados por el Pueblo de Dios: Juan XXIII y Pablo VI. La audiencia tuvo lugar con motivo del 60º aniversario de tres acontecimientos importantes para la Iglesia: el de la encíclica Pacem in Terris, el de la muerte del papa san Juan XXIII y el de la elección del papa san Pablo VI.

En su discurso a los numerosos peregrinos, Francisco comenzó dando gracias a Dios por haber elegido a esos dos santos pastores para el ministerio pontificio. Esos dos protagonistas -dijo- supieron gobernar la Iglesia en tiempos de gran entusiasmo, pero también de grandes interrogantes y desafíos, marcados por la nueva era del Concilio Vaticano II, y también en medio de graves peligros, como el terrorismo y la "guerra fría".

Por eso, Francisco invitó a los presentes a agradecer al Señor por la vida de estos dos Pastores de la Iglesia, que nacieron y vivieron como hijos y hermanos en sus pueblos de Concesio y Sotto il Monte, donde dejaron huellas de su camino a la santidad. Estos lugares, aún hoy, son destinos de peregrinaje para muchos hombres y mujeres de Italia y del mundo, ya que esos dos papas ncontraron consuelo y apoyo en sus comunidades, pero también hicieron de ellas una tierra más viva y rica en la fe. 

El Papa expresó su alegría de que los dos santos pudieran contar con sus conciudadanos como cooperadores de tal don: “También fueron grandes pastores porque encontraron buenos compañeros de camino en sus caminos, testigos del Evangelio, que los ayudaron a crecer en la fe, hasta llegar al ministerio pontificio. Sus familias, de origen y contextos diferentes, pero unidas por una sólida piedad cristiana, vivieron en el duro trabajo del campo, sin dejar su compromiso cultural y social”.

Dios no hace santos en un laboratorio
Francisco recordó entonces que “Dios no hace a los santos en un laboratorio”, sino que los hace crecer en grandes obras, sentando bases sólidas para la construcción de su Reino. Estos dos santos Papas hicieron su patria más fértil y rica en santidad; trabajaron por la paz, la cual, con la guerra, el egoísmo y la división, sólo queda arrasada, como lamentablemente vemos en muchas partes del mundo. ¡Amar las raíces, como nos enseña la historia de la Tierra y de la Iglesia, es por tanto “amar el Evangelio de Jesús y amar como Jesús amó en el Evangelio”!

En este sentido, el Papa se refirió a la peregrinación de los fieles de Concesio y Sotto il Monte, que llegaron a Roma también para otra ocasión importante para la Iglesia: el aniversario de la Pacem in terris, la última encíclica escrita por Juan XXIII, donde destaca el valor de una paz basada en la justicia, el amor, la verdad, la libertad y el respeto a la dignidad de las personas y los pueblos.

Aquí, el Papa Francisco recordó que las dos ciudades, Bérgamo y Brescia, que dieron a la Iglesia a los Santos Juan XXIII y Pablo VI, fueron elegidas este año como la "Capital Italiana de la Cultura", y concluyó: “La verdadera cultura se construye juntos en el diálogo y en la búsqueda común, que, como nos enseñó san Pablo VI, pretende llevar a una vida más fraterna, a través de la ayuda mutua, la profundización del conocimiento, la apertura del corazón. La cultura es amante de la verdad, del bien, del hombre, de la sociedad y de la creación. Sigan cultivándola en sus hogares y en sus parroquias, para cumplir la misión que nos encomendaron los dos santos papas: Juan XXIII y Pablo VI”.+