El papa Francisco no irá a la Plaza España el próximo 8 de diciembre
- 30 de noviembre, 2020
- Ciudad del Vaticano (AICA)
Debido a la emergencia sanitaria, el pontífice optó por realizar un acto privado de devoción en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción.
El pontífice no realizará este año el tradicional acto de veneración de la Inmaculada Concepción, en la Plaza España de Roma, a causa de la persistente situación de emergencia sanitaria, informó el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.
"El 8 de diciembre, el papa Francisco realizará un acto de devoción privada, confiando a la Virgen la ciudad de Roma, sus habitantes y los numerosos enfermos de todas partes del mundo", se lee en el comunicado.
“La decisión del pontífice de no ir a la Plaza España por la tarde del 8 de diciembre para el tradicional acto de veneración de la Inmaculada Concepción se debe a la persistente situación de emergencia sanitaria y para evitar cualquier riesgo de contagio causado por las reuniones", concluye la declaración de la oficina de prensa.
La historia y la devoción de los Papas
Fue el 8 de septiembre de 1857, ya decretado el dogma, que el papa Pío IX inauguró el monumento de la Inmaculada Concepción en Roma, en Plaza Mignanelli, junto a la Plaza España. Casi un siglo después, Pío XII comenzó con la tradición de ofrecer un ramo de flores, depositado al pie del monumento, cada 8 de diciembre, mientras que su sucesor, Juan XXIII, el 8 de diciembre de 1958 abandonó por primera vez el Vaticano y trajo a María unas rosas blancas, deteniéndose, entonces, para una oración en la basílica de Santa Maria Mayor: una costumbre que continúa hoy.
El año pasado, Francisco en el Ángelus del 8 de diciembre que precedió al acto de devoción de la tarde, hablando de la Inmaculada Concepción de María, recordó a los fieles toda su belleza: una obra maestra incluso en su humildad, capaz de dejar lugar a Dios. sin complacencia y dispuesta a ponerse al servicio de los demás. Sea modelo - dijo en aquél como en otras ocasiones - de nuestras comunidades y de nuestra vida:
Dios siempre la pensó y quiso, en su designio inescrutable, como criatura llena de gracia, es decir, llena de su amor. Pero para estar lleno necesitas hacer espacio, vaciarte, apartarte. Como lo hizo María, que supo escuchar la Palabra de Dios y confiar plenamente en su voluntad, aceptándola sin reservas en su propia vida. Tanto es así que el Verbo se hizo carne en ella.+