Viernes 15 de noviembre de 2024

El Papa destacó la "fuerza, fecundidad y actualidad" del pensamiento de Benedicto XVI

  • 1 de diciembre, 2022
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
"La obra teológica del papa emérito sigue siendo fecunda y activa, todos sentimos su presencia espiritual", expresó el pontífice durante la ceremonia de entrega del Premio Ratzinger 2022.
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El papa Francisco presidió este jueves 1 de diciembre la ceremonia de entrega del Premio Ratzinger 2022. En su discurso el pontífice recordó los momentos de encuentro personal, fraterno y afectivo vividos en los últimos años con el papa emérito y subrayó “la fuerza, fecundidad y actualidad” del pensamiento de su predecesor.

“No me faltan momentos de encuentro personal, fraterno y afectivo con el Papa emérito. Pero esta ocasión es importante para reafirmar que la contribución de su obra teológica y más en general de su pensamiento sigue siendo fecunda y eficaz”, expresó Francisco.

Reforma y continuidad
Sesenta años después de la apertura del Concilio Vaticano II, el Papa recordó el papel que desempeñó Joseph Ratzinger, primero como experto durante los trabajos, luego como guía de la comunidad eclesial en la realización de aquel acontecimiento fundamental: "Nos ayudó a leer los documentos conciliares en profundidad, proponiéndonos una "hermenéutica de reforma y continuidad" y mostrando su función crucial para "reformular la cuestión central de la naturaleza y misión de la Iglesia en nuestro tiempo". 

“Las aportaciones teológicas de Benedicto XVI –agregó- siguen siendo un punto de referencia actual, no dirigido al pasado, sino fecundo para el futuro, para la realización del Concilio y para el diálogo entre la Iglesia y el mundo de hoy”.

Francisco precisó que “estas aportaciones nos ofrecen una sólida base teológica para el camino de la Iglesia: una Iglesia ‘viva’, que él nos enseñó a ver y vivir como comunión, y que está en camino -en un ‘sínodo’- guiada por el Espíritu de Señor, siempre abierta a la misión de anunciar el Evangelio y de servicio al mundo en que vive”.

La herencia de la teología francesa
El papa Francisco se refirió luego a las dos personalidades galardonadas con el Premio Ratzinger 2022: el padre Michel Fédou y el profesor Joseph Halevi Horowitz Weiler. 

El Santo Padre definió al sacerdote como un "maestro de la teología cristiana", un "valiente heredero de la gran teología francesa" que, desde Henri De Lubac hasta las Sources Chrétiennes, alimentó el Concilio Vaticano II y, ojalá, siga dando frutos. La mirada de Fédou "no se cerró al pasado", aseguró.

“El conocimiento de la tradición de la fe nutrió en él un pensamiento vivo, que supo abordar también cuestiones de actualidad en el campo del ecumenismo y en el de las relaciones con otras religiones”, dijo Francisco.

En nombre del diálogo interreligioso
El profesor Wiler, primera persona de la religión judía en recibir el Premio Ratzinger, investigó en sintonía con Benedicto XVI cuestiones que según Francisco son de "importancia sustancial": desde la relación entre fe y razón jurídica en el mundo contemporáneo hasta la crisis del positivismo jurídico y a los conflictos generados por una extensión ilimitada de los derechos individuales; hasta la "correcta comprensión del ejercicio de la libertad religiosa en una cultura que tiende a relegar la religión al ámbito privado".

“El papa Benedicto –dijo Francisco- siempre consideró estos temas centrales para el diálogo de fe con la sociedad contemporánea. Y el profesor. Weiler no solo realizó profundos estudios sobre ellos, sino que también tomó valientes posiciones para la búsqueda de consensos sobre valores fundamentales y la superación de conflictos por el bien común. Que en esto puedan unirse creyentes judíos y cristianos es un signo de gran esperanza”.

Y agregó el Papa: “En un momento difícil, en el que esto había sido cuestionado, el papa Benedicto afirmó con determinación y orgullo que «desde el principio, una meta de su trabajo teológico personal había sido compartir y promover todos los pasos de reconciliación entre cristianos y judíos realizados desde el Concilio".

Los dos ganadores
Conocido por haber defendido a Italia ante el Tribunal de Justicia Europeo en el caso del crucifijo en las escuelas, Weiler, nacido en 1951, con un doctorado honoris causa de la Universidad Católica de América, es profesor de derecho en numerosas universidades e institutos de derecho en los Estados Unidos, en Gran Bretaña y en varias partes del mundo. Ex presidente del Instituto Universitario Europeo de Florencia, escribió numerosas obras sobre derecho constitucional, internacional, europeo y de derechos humanos.

El sacerdote jesuita francés Michel Fédou nació en Lyon en 1952. Ha sido profesor de teología dogmática y patrística en el Centro Sèvres de París desde 1987, donde más tarde ocupó el cargo de decano de la facultad teológica y presidente. Miembro de los consejos de varias asociaciones teológicas y comisiones para el diálogo ecuménico con luteranos y ortodoxos, es también autor de numerosas obras, especialmente en los campos de la patrística y la cristología.

El premio Ratzinger
El Premio Ratzinger, la principal iniciativa de la Fundación del Vaticano Joseph Ratzinger-Benedicto XVI, establecida en 2011, se otorga cada año a dos o tres "eruditos que se han distinguido por méritos particulares en la publicación y la investigación científica". Las candidaturas son propuestas al Papa por el Comité Científico de la Fundación, compuesto por 5 miembros de nombramiento pontificio.

Con la edición de 2022, hay un total de 26 ganadores: las personalidades a las que el reconocimiento ha sido hasta el momento principalmente estudiosos de la dogmática o teología fundamental, de la Sagrada Escritura, de la Patrología, de la Filosofía, y eminentes artistas de la música y la arquitectura de 16 países, son sólo católicos, pero también pertenecen a otras denominaciones cristianas.

Durante la ceremonia en la Sala Clementina, el papa Francisco alentó la colaboración entre la Fundación Ratzinger y las Fundaciones vaticanas del beato Juan Pablo I y San Juan Pablo II, para que "se promueva la memoria y la vitalidad del mensaje de estos tres Pontífices en intento de unión en la comunidad eclesial".+