El Papa defiende el conocimiento indígena para abordar la crisis climática
- 14 de marzo, 2024
- Ciudad del Vaticano (AICA)
Fue en un mensaje a los participantes en un taller realizado en el Vaticano sobre conocimiento científico e indígena.
El Papa Francisco alentó, este jueves 14 de marzo, una colaboración más estrecha entre el conocimiento indígena y el científico para abordar el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y las amenazas a la seguridad alimentaria y sanitaria que enfrenta el mundo hoy.
La experiencia única de los indígenas en asuntos relacionados con el medio ambiente puede ofrecer una contribución crucial para abordar estas cuestiones críticas y urgentes, dijo el pontífice al dirigirse a los participantes en un taller organizado en el Vaticano los días 14 y 15 de marzo por la Academia Pontificia de Ciencias, para discutir el papel del conocimiento etnoecológico en el desarrollo de soluciones locales que puedan tener consecuencias globales para las agendas climáticas y de biodiversidad.
Titulada “El conocimiento y las ciencias de los pueblos indígenas. Combinando conocimiento y ciencia sobre vulnerabilidades y soluciones para la resiliencia", la conferencia explorará oportunidades de cooperación entre los pueblos indígenas y la comunidad científica en esos temas.
En su discurso, que fue leído por el padre Pierluigi Giroli debido a su persistente resfriado, el Papa Francisco acogió con satisfacción la iniciativa y señaló que “hace una contribución significativa al reconocimiento del gran valor de la sabiduría de los pueblos indígenas y al avance de una sociedad integral y de un desarrollo humano sostenible”.
Una oportunidad para la escucha recíproca
El pontífice destacó que el taller representa, ante todo, una oportunidad para crecer en la escucha recíproca: “Escuchar a los pueblos indígenas, para aprender de su sabiduría y de sus estilos de vida, y al mismo tiempo escuchar a los científicos, para aprovechar sus investigaciones”.
Resaltó, además, que el taller también envía un mensaje a los líderes gubernamentales y a los organismos internacionales, “animándolos a reconocer y respetar la rica diversidad dentro de la gran familia humana”, que -dijo- debe ser protegida, ya que la pérdida de culturas, tradiciones, espiritualidades y lenguas representarían un “empobrecimiento del conocimiento, la identidad y la memoria para todos nosotros”.
“Por este motivo -afirmó Francisco- los proyectos de investigación científica, y por consiguiente las inversiones, deben orientarse decisivamente a la promoción de la fraternidad humana, de la justicia y de la paz, de modo que se puedan coordinar y asignar recursos para responder a los desafíos urgentes que afronta la humanidad, la tierra, nuestra Casa Común y toda la familia de los pueblos”.
Una visión alternativa a la que lleva a nuestro mundo a un mayor conflicto
El Santo Padre continuó señalando que un diálogo abierto entre el conocimiento indígena y las ciencias es aún más importante hoy, ya que sugiere “una visión alternativa a la que actualmente está llevando a nuestro mundo a un conflicto cada vez mayor”.
"El diálogo abierto entre las comunidades de sabiduría ancestral y las de las ciencias puede ayudar a afrontar de una manera nueva, más integral y más eficaz, cuestiones tan cruciales como las del agua, el cambio climático, el hambre y la biodiversidad", que "están todas interconectadas", afirmó.
Observando que también hay signos positivos en ese sentido, como la inclusión por parte de las Naciones Unidas del conocimiento indígena como un componente central del Decenio Internacional de las Ciencias para el Desarrollo Sostenible, el Papa Francisco insistió en que “todo el patrimonio del conocimiento debe ser empleado como un medio para superar los conflictos de manera no violenta, y para combatir la pobreza y las nuevas formas de esclavitud”.
“Dios nos ha hecho administradores, no amos del planeta”, reiteró, citando su carta encíclica Laudato si’. “Todos nosotros estamos llamados a una conversión ecológica, un compromiso para salvar nuestra Casa Común y fomentar la solidaridad intergeneracional, para preservar la vida de las generaciones futuras, en lugar de desperdiciar recursos y agravar la desigualdad, la explotación y la destrucción”.
Francisco alentó, por último, a los representantes de las comunidades indígenas y a los científicos asistentes al taller a continuar cooperando al servicio de la verdad, la libertad, el diálogo, la justicia y la paz, aprovechando, respectivamente, el patrimonio de su antigua sabiduría y los frutos de su labor científica. “La Iglesia, dijo, está con ustedes, aliada de los pueblos indígenas y de su sabiduría, y aliada también de la ciencia, en el esfuerzo por hacer de nuestro mundo un mundo cada vez más fraterno y de amistad social”.+