El Papa a la HAOC: 'El trabajo, componente esencial de la vida y la dignidad de las personas'
- 13 de agosto, 2023
- Ciudad del Vaticano (AICA)
El obispo de Roma agradeció a la Hermandad Obrera de la Acción Católica por la "valiosa entrega y compromiso en seguir siendo Iglesia que camina en el mundo del trabajo".
Con motivo de la asamblea general de la Hermandad Obrera de la Acción Católica (HOAC), que se está celebrando del 12 al 15 de agosto en Segovia, España, el Papa Francisco pidió este domingo, tras el rezo del Ángelus, que sus miembros “acompañen como cristianos a quienes están pasando momentos laborales difíciles”.
El pontífice resaltó, en su mensaje a la HOAC, la necesidad de que la Iglesia “acompañe, desde las periferias del mundo del trabajo, a quienes están pasando por momentos laborales difíciles, es necesario caminar con ellos, escucharlos y ayudarles a buscar soluciones justas y duraderas. No basta solamente con hacer ‘discursos o acciones aisladas’”.
“Los cristianos deben ser un testimonio constante de solidaridad y apoyo hacia aquellos que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad laboral y social”, señaló el Santo Padre, quien animó a no perder la confianza y a buscar "oportunidades para reinsertarse en el mundo laboral”.
En la asamblea, que se está desarrollando con el lema “Tendiendo puentes, derribando muros. Iglesia en el mundo obrero tejiendo vínculos de fraternidad”, participan más de 800 personas de 41 diócesis. Los participantes, entre ellos, arzobispos, obispos y miembros del movimiento, se reúnen para abordar los diálogos y la toma de decisiones sobre los desafíos, prioridades y propuestas de la HOAC para los próximos seis años, a partir de una mirada cristiana de la realidad y ante las desigualdades e injusticias que afectan al mundo obrero y del trabajo.
El Papa manifestó también, en su mensaje, un “profundo reconocimiento por la valiosa entrega y compromiso en seguir siendo Iglesia que camina en el mundo del trabajo”. Tras mencionar su exhortación apostólica Evangelii Gaudium, Francisco recordó la importancia del trabajo como un componente esencial de la vida y la dignidad de las personas.
“No es simplemente una actividad productiva, sino un medio a través del cual colaboramos con Dios en la obra de la Creación y nos realizamos como seres humanos, ‘porque en el trabajo libre, creativo, participativo y solidario, el ser humano expresa y acrecienta la dignidad de su vida’ (EG 192). El trabajo, en todas sus formas, nos permite ser cocreadores y participar en la construcción de un mundo más justo y fraterno”.
Finalmente, el obispo de Roma animó a los asambleístas a “continuar tejiendo vínculos de fraternidad, llevando la luz del Evangelio y construyendo una sociedad más justa.” “Sigan siendo pueblo de Dios en medio de la vida obrera, y sigan tejiendo historias de encamación y abrazo… La Iglesia necesita de ustedes", exclamó.
La HAOC y el desafío de seguir siendo Iglesia en medio del mundo del trabajo
En el discurso inaugural de la asamblea, la presidenta de la HOAC, Maru Megina, afirmó que el objetivo de la organización es “atender el encargo que nos hace el Papa Francisco de seguir cuidando y ayudando a la conversión integral que el mundo necesita, cuidando de los empobrecidos a causa de la incorrecta comprensión que nuestro mundo tiene del trabajo y haciéndolo como Iglesia presente y encarnada en el mundo del trabajo”.
Además, recordó que muchos miembros del mundo obrero atraviesan diversas dificultades. “Vivimos en una sociedad que está construida cada vez menos para las personas y más para asegurar los grandes beneficios de unos pocos, para el dios dinero”, señaló Megina, quien también se refirió a “las crecientes desigualdades, el empobrecimiento y la deshumanización que caracterizan nuestro mundo, herido por constantes crisis económicas, sanitarias y bélicas”.
“Venimos a celebrar porque sabemos que nuestro buen Padre-Madre Dios nos acompaña y comparte los muchos sufrimientos y las pocas alegrías de los descartados. El principal reto es seguir siendo Iglesia en medio del mundo del trabajo y de la sociedad de hoy”, afirmó.
Y finalizó: “Esto supone un continuo proceso de conversión personal y comunitario sobre cómo queremos ser, vivir y actuar en los próximos años, cómo ser comunidad eclesial que testimonia a Jesucristo en medio del sufrimiento, el empobrecimiento y la desigualdad que sufren hoy tantas personas y familias trabajadoras”.+