Mons. Corral le pidió a la Virgen de Carmen poder caminar hacia el amor fraterno
- 17 de julio, 2024
- Campo Gallo (Santiago del Estero) (AICA)
El obispo de Añatuya presidió las patronales en Campo Gallo. Participaron autoridades provinciales y municipales, y concelebraron sacerdotes locales y otros que acompañan a grupos misioneros.
Numerosos fieles y peregrinos participaron, este 16 de julio, de las fiestas patronales en honor de Nuestra Señora del Carmen, que presidió el obispo de Añatuya, monseñor José Luis Corral SVD, en la ciudad santiagueña de Campo Gallo.
Las celebraciones llevaron por lema "Nuestra Señora del Carmen, enséñanos a orar", y la misa central fue concelebrada por el párroco del lugar, presbítero Rafael Navarro, y otros sacerdotes, que acompañan a los grupos misioneros llegados de la arquidiócesis de Buenos Aires y la diócesis de Azul.
Participó el vicegobernador de Santiago del Estero, Carlos Silva Neder, y el intendente de Campo Gallo, Amado Chamorro, entre otras autoridades provinciales y municipales.
En su homilía, monseñor Corral explicó: "Hoy celebramos a la Virgen bajo la popular advocación del Carmen. La Sagrada Escritura celebra la belleza de la montaña del Carmelo, donde el profeta Elías defendió la pureza de la fe. Esta montaña es un símbolo de la fortaleza y la belleza espiritual, un lugar donde la fe se mantiene firme y pura".
"La Palabra de Dios no puede permanecer escondida, sino que debe resplandecer e iluminar al mundo entero", planteó, y recordó que "los cristianos estamos llamados a ser 'portalámparas' del Evangelio, llevando la luz de Cristo a todos los rincones de la tierra".
"Somos las 'tinajas' que transportan el vino nuevo que es Jesús. Como discípulos-misioneros-testigos, nuestra misión es compartir la alegría del Evangelio con todos, vivir nuestra fe de manera auténtica y ser testigos del amor de Dios en nuestras vidas cotidianas", sostuvo.
Monseñor Corral afirmó que "la Virgen María nos inspira a vivir desde la Palabra de Dios, a meditarla y orarla cada día" y destacó: "La Palabra nos nutre en nuestras celebraciones y en la comunidad, anima nuestra misión como bautizados y nos empuja a amar y servir a los hermanos".
"¡Que Ella, María, nos confirme en nuestra vocación cristiana, en nuestra fe, ¡nos ayude a encarnar el estilo de Jesús de cercanía, compasión y ternura! Que nos aumente el gusto, para saborear el vino nuevo del Reino que nos trajo Jesús", pidió.
"Bajo su guía y protección, que podamos ascender a las cimas más elevadas de la montaña que es Cristo, su Hijo. La vida, a veces, se nos hace cuesta arriba; que Ella nos ayude a subir sin cansarnos, juntos y animándonos mutuamente, a la cima del monte de las bienaventuranzas, de la santidad y del amor fraterno", concluyó, y exclamó finalmente: "¡Viva la Virgen del Carmen!".+