El Limosnero pontificio representó al Papa ante las víctimas del derrumbe en Ischia
- 9 de diciembre, 2022
- Ciudad del Vaticano (AICA)
Francisco envió al cardenal Konrad Krajewski para hacer sentir su cercanía al municipio de Casamicciola Terme, gravemente afectado por las inundaciones del 26 de noviembre.
El papa Francisco envió a su Limosnero Pontificio, el cardenal Konrad Krajewski, al municipio de Casamicciola Terme, ubicado en la parte sur de la isla italiana de Ischia, para participar, este 8 de diciembre, del funeral de las doce personas que murieron como consecuencia del deslizamiento de tierra provocado por las inundaciones del pasado 26 de noviembre.
El enviado del Papa entregó a cada uno de los miembros de las familias un rosario bendecido por Francisco, para que sintieran el consuelo de su oración y se encomendaran a la Santa Madre con esperanza.
“El dolor no se puede quitar, pero se puede soportar juntos”, dijo el cardenal polaco a los medios vaticanos y destacó que “hacer esta visita en la solemnidad de la Inmaculada Concepción tiene un significado especial. En los rostros de abuelas, tías y mujeres vi el calvario de María, que perdió a su hijo, que lo acompañó hasta su último suspiro”.
Para ello, Krajewski besó las manos de estas mujeres, participando así de esa herida, que se abrió repentinamente el pasado 26 de noviembre, cuando un río de tierra y lodo descendió del monte Epomeo.
El limosnero visitó la Iglesia de la Annunziata, en Lacco Ameno, donde se guardan los cuerpos de varias de las víctimas. Allí, rezó frente al ataúd blanco de la víctima más pequeña de esta catástrofe, Giovagiuseppe, que tenía solo 22 días y había nacido el 4 de noviembre. El derrumbe se lo llevó junto con sus padres, Maurizio Scotto y Giovanna Mazzella.
“Muchos me preguntan qué pasa después de la muerte -contó el limosnero- si van a encontrarse con sus familiares. Les respondo que no sé los tiempos, pero que debemos creer en la Resurrección. Aquí mucha gente cree, confía en Dios, es algo hermoso y, desde el tesoro de la fe, estoy convencido que podemos empezar de nuevo”.
La visita del cardenal duró unas seis horas, durante las cuales Krajewski conoció a casi todas las familias de las víctimas del deslizamiento de tierra. En su visita, estuvo acompañado por el párroco de Santa Maria Magdalena, el padre Gino Ballirano.
El padre Ballirano quedó sorprendido por “el tacto, la delicadeza que mostró el cardenal Krajewski, pero sobre todo por la confidencialidad de estas visitas: quería que fueran un momento íntimo, para salvaguardar la dignidad de las familias a las que abrazaba con fuerza y les decía: 'Este es el abrazo del Papa'”.
La visita del limosnero prosiguió con saludos y oraciones sobre los féretros de aquellos cuyos funerales estaban por celebrarse: "Rezaba siempre en privado y bendecía los féretros", contó el sacerdote.
El cardenal Krajewski también se reunió con el obispo de Pozzuoli e Ischia, monseñor Genaro Pascarella. Y visitó, de nuevo en Casamicciola, en la zona denominada Sentinella, el santuario de la Inmaculada Concepción al final de una misa, para detenerse y rezar ante la efigie de María. El santuario había sido dañado por el terremoto de agosto de 2017 "y todavía tiene las heridas del terremoto", explicó el padre Ballirano. Precisamente en el encuentro con el obispo, el cardenal recordó su visita a Ischia, en diciembre de 2017, tras el terremoto.
“Me impresionó mucho la sencillez del limosnero. Era un hermano que vino a visitar a otros hermanos, que ahora mismo están sufriendo”, concluyó el párroco de Santa María Magdalena.+