Viernes 15 de noviembre de 2024

Joven que sobrevivió al Covid-19 será ordenado diácono camino al sacerdocio

  • 1 de abril, 2022
  • Comodoro Rivadavia (Chubut) (AICA)
El obispo de Comodoro Rivadavia, monseñor Joaquín Gimeno Lahoz, ordenará diácono al seminarista Natanael Alberione, que en 2021 atravesó una situación de salud muy complicada a raíz del Covid-19.
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El obispo de Comodoro Rivadavia, monseñor Joaquín Gimeno Lahoz, ordenará diácono al seminarista Natanael Alberione el lunes 4 de abril. La celebración será a las 19 en la catedral San Juan Bosco, y quienes lo deseen podrán seguirla a través del canal de YouTube.

En conversación con AICA, Natanael reconoció que en los días previos a la ordenación, su preparación “ha sido de una diaconía específica, con un sacerdote mayor que estoy acompañando. Esa ha sido la preparación que el Señor, además de la preparación formal de los estudios, hoy me está dando”.

“Interiormente, con muchas preguntas y como una auto-entrevista: ¿Estaré preparado? ¿Estoy dispuesto? ¿Es lo que Dios quiere?”, admitió.

“Confío en la Palabra de la Iglesia que me recibió, confío en la Palabra de la Iglesia que me acompañó en la recuperación, en un momento muy crucial de vida”, recordó, haciendo referencia al tiempo en que sufrió las consecuencias del Covid-19.

“El año pasado me contagié de Covid-19 antes de que llegaran las vacunas para mi grupo etario, sin ninguna enfermedad preexistente. Mis compañeros se contagiaron y empezaron a salir adelante, pero a mí se me empezó a complicar. Después de tres días en terapia intensiva, y dada la situación compleja me terminan induciendo el coma, a los doce días me entuban. Estuve 50 días en coma, con posibilidades mínimas de supervivencia, y hubo tres o cuatro momentos en que la situación era insostenible, tuve ocho virus intrahospitalarios que complicaron la situación, y sobreviví”.

En la clínica San Camilo, llegó a recibir la unción de los enfermos de manos del presbítero Jorge Lettera. Durante su internación, estuvo acompañado por la hermana Griselda, una religiosa denominada "el ángel de la terapia intensiva", que fue su único contacto humano. "No dudó un segundo en arriesgar su vida", valoró.

Al principio, recordó, “no podía caminar, no podía hablar”, y tuvo que aprender de nuevo, en una clínica de rehabilitación. Durante ese tiempo, reconoció haber estado muy apoyado en la oración de la Iglesia, y sintió mucha compañía. “Fue una experiencia eclesial muy fuerte”.

“Uno cree en este Dios que se hizo carne, que se hizo hombre, y yo lo concretizo por el paso de la mediación de la Iglesia y en la necesidad concreta que uno ve”, afirmó.

El joven cordobés de 33 años, que adoptó como su lugar la diócesis de Comodoro Rivadavia porque fue allí donde sintió el llamado al sacerdocio, eligió como lema la frase del Evangelio de Juan: “Cinco panes y dos peces”. Al respecto, consideró que la frase hace referencia a “entregar poco, muy poco, pero ese poco que para mí es todo, y pensando que Jesús puede multiplicarlo”.

“Con este poco, Jesús puede hacer mucho por el bien de otros, y es esta actitud de entrega”. Además, contrapuso lo que permanece, en la imagen del pan, con lo perecedero, lo limitado, en la figura de los peces. “Creo que es una realidad de todo hombre, la realidad de trascendencia y de permanecer", explicó.

Para su ministerio, Natanael precisó que sus pilares los aprendió de su familia. Por un lado, “la cultura del trabajo, la capacidad del trabajo”, y también “la kenosis, el anonadamiento, de la mano de la encarnación”.

Al respecto, detalló: “Creemos en un Dios encarnado, cuanto más conozcamos al hombre, más vamos a conocer a Dios, porque nuestro Dios se hizo hombre, se hizo carne. Y no olvidarse la dimensión esponsal con la Iglesia y paternal con la comunidad: somos hombres normales con una opción de vida, que necesitamos que sea sostenida por la gracia”.

Consultado por AICA sobre los santos a los que encomienda esta nueva etapa de su camino, bromeó: “A cada santo le debo una vela”.

“Dado mi camino vocacional y humano, especialmente el último año, creo que a varios santos le debo una vela, pero el ministerio pienso vivirlo en clave brocheriana. Brochero no era serrano, se hizo serrano entre los serranos. Yo soy cordobés, no soy patagónico, pero quiero hacer propio un pueblo del cual no soy parte por origen, así que creo que la clave brocheriana es fundamental, y más siendo el patrono del clero argentino”.

También valoró la figura de Carlo Acutis, que “se ha hecho presente en mi vida, se hizo presente, irrumpió”, y finalmente citó una frase del beato Charles de Foucauld, de su definición de amor: “Amar no es sentir amor, sino querer amar”.

Natanael tiene un parentesco con Santiago Alberione, y curiosamente, su ordenación diaconal será por providencia de Dios el 4 de abril, día del cumpleaños del beato.+