El hermano Fernando Fulca, nuevo superior del Monasterio de la Santa Cruz
- 3 de septiembre, 2021
- Los Cocos (Córdoba) (AICA)
El capítulo electivo de los monjes se realizó en la casa religiosa de la localidad cordobesa de Ciénaga de Allende. Mons. Ricardo Araya presidió la misa y lo alentó a "navegar mar adentro".
El hermano Fernando de Cristo Resucitado Fulca fue elegido nuevo superior del Monasterio de la Santa Cruz y de la Madre de Dios, de la localidad cordobesa de Ciénaga de Allende.
Los monjes realizaron la elección capitular el pasado 2 de septiembre en el monasterio. Previamente se realizó la celebración de la Eucaristía presidida por el obispo de Cruz del Eje, monseñor Ricardo Araya.
En la homilía, el prelado afirmó reflexionando sobre el Evangelio del día: “Es tanta la pesca que Pedro se pone de rodillas y le dice aléjate de mí que soy un pecador. En este momento imagino lo que siente un monje en su corazón cuando escucha este evangelio. Postrarse ante la cercanía de Dios experimentada en el desierto monástico, es cosa de todos los días. ‘Señor Jesús, hijo de David, ten piedad de mí, pecador’”.
“La certeza de ser pecadores y el encuentro con la palabra de Jesús que calma los miedos, que llena de abundante alegría y envía, desde la consagración monástica, a los mares de los hombres y mujeres de hoy que buscan encontrar a Jesús”, agregó.
El primer superior del Monasterio de la Santa Cruz y de la Madre de Dios fue el padre Juan Bautista Romano, quien falleció el pasado 11 de julio. En el período de vacancia, los monjes fueron acompañado y guiados espiritualmente por el obispo diocesano.
Al finalizar la Misa, monseñor Araya exhortó a la comunidad del monasterio a que se animen a navegar mar adentro.
“No tengas miedo pequeña familia de la Santa Cruz, navega mar adentro en la memoria de tus comienzos, navega mar adentro en esa milenaria historia del monaquismo que te inspiró, navega mar adentro de la ‘Iglesia en salida" que propone el papa Francisco; llevados por el viento del Espíritu de Jesús”, subrayó.
“Pequeña familia de la Santa Cruz, navega mar adentro confiados en su Palabra, con tu vida en el desierto, la soledad y la oración. Y sí hace falta predica, anuncia la cercanía de Dios, también con tu palabra, como decía San Francisco de Asís a sus hermanos”, concluyó.+