El deporte es 'un lugar de encuentro y de fraternidad', asegura Francisco
- 17 de mayo, 2024
- Ciudad del Vaticano (AICA)
Fue en el mensaje enviado a la Conferencia internacional sobre Deporte y Espiritualidad, en el que el Papa reitera también su convicción de que el espíritu amateur nunca debe faltar en ese ámbito.
El Papa Francisco envió un mensaje de saludo y aliento a los participantes de la Conferencia Internacional sobre Deporte y Espiritualidad, que se celebra en Roma del 16 al 18 de mayo. La Conferencia, organizada y promovida por el Dicasterio Vaticano para la Cultura y la Embajada de Francia ante la Santa Sede, tiene lugar en el marco de los próximos Juegos Olímpicos de París 2024.
Reflexionando sobre el hecho de que vivimos en un mundo donde los deportes desempeñan un papel cada vez más central en la sociedad, el Papa señala que “la disciplina y la templanza de los atletas, así como la competencia sana, a menudo han sido valoradas como metáforas de una vida cristiana virtuosa”.
Incluso hoy, continúa, “esa metáfora puede resultar eficaz para todos aquellos que, de alguna manera, desean y se esfuerzan por agradar a Dios y ser su amigo”.
De hecho, añade, citando al apóstol san Pablo -que ha comparado la vida espiritual con la actividad atlética más de una vez-, que los deportes pueden practicarse, no simplemente como un pasatiempo, sino como un vehículo para el desarrollo personal y la cohesión comunitaria.
"El deporte es una forma de pasar el tiempo libre, que despierta intereses y oportunidades de encuentro, une a las personas, crea comunidades, dinamiza la vida de manera ordenada y promueve sueños, especialmente en las generaciones más jóvenes", afirma el pontífice.
Preservando el 'espíritu amateur'
El Papa reflexiona sobre cómo es crucial preservar el espíritu amateur en el deporte, independientemente de los niveles de competición, un espíritu que se caracteriza por su pureza y autenticidad. Sólo así, afirma, es posible salvaguardar la esencia del espíritu deportivo.
"En el deporte, a todos los niveles, el espíritu 'amateur' nunca debe faltar, ya que conserva su autenticidad", afirma.
Abrazar este espíritu, explica, requiere una integración de la fuerza atlética y los valores espirituales, para garantizar la verdadera victoria, que reside no sólo en ganar, sino en el viaje de autodescubrimiento y crecimiento.
Jesús: el verdadero atleta de Dios
El Papa Francisco también destaca que, además de la necesidad de una pastoral deportiva y educativa, es importante que la Iglesia reflexione sobre la experiencia deportiva y la valorice adecuadamente en su acción evangelizadora.
Recordando la homilía de San Juan Pablo II en el Jubileo de los Deportes, celebrado en el 2000, dice: “Quienes participan en este servicio, están llamados a actuar de una manera que presente a Jesús como 'el verdadero atleta de Dios'”.
Y añade que los recientes pronunciamientos pontificios han enriquecido la reflexión de la Iglesia sobre el deporte, colocándolo en su horizonte humano, advirtiendo contra los riesgos de deshumanización y corrupción, y promoviéndolo como un lugar privilegiado para el encuentro y la fraternidad entre los pueblos.
Responsabilidad hacia los jóvenes
Francisco destacó que la conferencia pone de relieve la responsabilidad de los adultos -directivos, entrenadores, técnicos y deportistas- de mantener normas éticas y de fomentar ambientes propicios para el desarrollo integral de niños y jóvenes.
"Su conciencia, formada en valores humanos, es decisiva para crear ambientes deportivos sanos y formativos, previniendo cualquier actitud deseducativa y cualquier forma de abuso, especialmente contra los menores y los más vulnerables", afirma.
Finalmente, invita a los participantes a ir más allá de los límites del atletismo y a contemplar "los deportes más allá del deporte", dando valor a las dimensiones éticas, sociales, culturales, políticas y espirituales del espíritu deportivo, y reconociendo su potencial como motor de una sociedad positiva".+