El Congreso Eucarístico Internacional, un encuentro de la humanidad
- 10 de septiembre, 2021
- Budapest (Hungría) (AICA)
Lo afirma el cardenal Gérald Cyprien Lacroix, arzobispo de Quebec (Canadá), desde Budapest (Hungría), donde se estima que 75.000 personas participarán de la misa de clausura presidida por el Papa.
El cardenal Gérald Cyprien Lacroix, arzobispo de Quebec (Canadá), destacó la riqueza del programa del 52° Congreso Eucarístico Internacional que, a raíz de la situación sanitaria por la pandemia, se desarrolla en 20 lugares distintos de esta capital húngara.
El momento culminante del Congreso será la misa de clausura presidida por el papa Francisco en la Plaza de los Héroes de Budapest, pero cada día los participantes pueden sumergirse en encuentros de oración, catequesis, testimonios, seminarios, misas y actividades culturales.
El cardenal Lacroix, uno de los oradores invitados, aseguró que "un Congreso Eucarístico Internacional es un acontecimiento muy importante porque aborda todos los aspectos de la vida",
"Por supuesto que hay momentos muy importantes de oración, de reflexión; un tiempo para rezar, un tiempo para encontrarse con otras personas también. Estará aquí gente de todo el mundo, así que experimentamos la Iglesia de una manera nueva, ya que celebramos en muchas lenguas, en muchas culturas y encontramos en el Señor Jesús la fuente; toda la vida viene de Él, así que es muy importante encontrarse. Todos estamos en sintonía con la vida de la Iglesia en nuestras propias regiones, en nuestros propios países, pero encontrar a otros cristianos, a otros creyentes de todo el mundo, es una experiencia muy edificante", sostuvo en declaraciones a Radio Vaticana.
El purpurado canadiense subrayó que el Congreso es "un encuentro de la humanidad; Jesús nos reúne y nos ayuda a construir una familia, construida en la unidad, en el amor, la caridad, y nos abre el corazón a los demás y a otras realidades también. Escucharemos conferencias, pero también testimonios, personas que vendrán a compartir sus experiencias, lo que viven en su propio país, eso es muy importante también para compartir".
El cardenal Lacroix participó en muchos congresos eucarísticos a lo largo de los años y recuerda con cariño la primera vez que lo hizo, con apenas 18 años. Memora que su padre y su madre decidieron que toda la familia iría al Congreso de Filadelfia en 1976, donde vivían entonces. "Soy el mayor de siete hijos y fuimos todos con mis padres en una pequeña tienda de campaña a pasar la semana en Filadelfia; esa fue mi primera experiencia. Fue sobrecogedor rezar con miles de personas y vivir todas esas liturgias y actos culturales y conocer a gente de todo el mundo", contó.
Asimismo, expresó su deseo de seguir participando en los congresos eucarísticos internacionales durante muchos años "porque es un lugar donde vamos a la Fuente, donde vamos al Señor como humanidad, como Iglesia y le permitimos que nos renueve; que nos dé más fuerza para poder seguir viviendo en medio de este mundo tan convulso y encontrar la esperanza".
"Vengo porque lo necesito personalmente, pero también vengo a compartir esta alegría con los demás", agregó.
En su exposición "La Eucaristía, fuente inagotable de paz y reconciliación", señaló a los participantes del congreso que la Eucaristía ha sido una fuente inagotable de paz y reconciliación en su vida personal.
"Compartiendo la Palabra de Dios, compartiendo la oración y compartiendo la Eucaristía, ha encontrado nuevas fuerzas, nuevas esperanzas para levantarme y continuar mi misión de seguir sirviendo al Señor y a su pueblo fiel, y servir a la humanidad", subrayó.
A la pregunta si la celebración de un Congreso Eucarístico Internacional es más importante que nunca en un momento de pandemia global y de conflicto en muchos países del mundo, el cardenal Lacroix responde: "En todas las épocas de la historia es importante reunirse como creyentes bautizados... pero, por supuesto, en tiempos más difíciles, como los que estamos viviendo ahora, es tan útil, y es un regalo poder recibir esta inyección de esperanza en nuestras venas y en nuestros corazones, en nuestras almas, ver a otros hermanos y hermanas".
Esperan más de 75.000 personas en la misa del Papa
Más de 75.000 personas, a las que no se someterá a medidas de control o restricciones por la covid, recibirán el domingo al papa Francisco en la Plaza de los Héroes de Budapest, donde celebrará la misa de clausura del 52° Congreso Eucarístico Internacional.
Antes de la misa, durante las pocas horas que pasará en Budapest, Francisco se reunirá con el presidente de Hungría, János Áder, y con el primer ministro Viktor Orbán.
Tras esta breve estancia, que el Vaticano no considera una vista oficial al país, el papa iniciará su visita de tres días a Eslovaquia.
El escenario desde donde hablará Francisco está justo en el mismo lugar que ocupó en 1938, cuando Budapest también fue sede del Congreso Eucarístico.
El color dominante del escenario será el blanco y los participantes ocuparán toda la plaza, así como tramos de las avenidas que desembocan en ella.
Antes de la misa habrá un programa cultural de dos horas con la participación de destacados cantantes y actores, donde se espera la actuación de un coro de 2.100 personas, que fue formado para esta ocasión con miembros de 82 grupos del país.
El Coro de la Ópera Nacional presentará el "Te Deum" de uno de los compositores húngaros más conocidos, Zoltán Kodály, y también subirán al escenario dos cantantes húngaras de música pop, Sena Dagadu y Gabi Tóth. Asimismo, estarán presentes, dos deportistas paralímpicos: la atleta Luca Ekler y la esgrimista Gyöngyi Dani.+