Viernes 15 de noviembre de 2024

El CELAM evaluó su recorrido pastoral de los últimos cuatro años

  • 16 de mayo, 2023
  • San Juan (Puerto Rico) (AICA)
Fue en el marco de su 39ª Asamblea General Ordinaria, en curso del 16 al 19 de mayo en Puerto Rico bajo el lema "Colegialidad, eclesialidad y sinodalidad para la misión".
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“Seamos constructores, arquitectos del templo vivo, espiritual del santo Pueblo de Dios, con la guía del Espíritu, bajo la protección de la Santa Madre de Dios”, con estas palabras el presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) y arzobispo de Trujillo(Perú), monseñor Miguel Cabrejos, dio apertura este martes 16 de mayo a la 39ª Asamblea General Ordinaria del organismo eclesial, que se está llevando a cabo en Puerto Rico hasta el 19 mayo.

El arzobispo recordó que “el Pueblo de Dios, en tanto expresa la totalidad de los fieles en sus relaciones y dinámicas comunicativas permanentes, es el único sujeto activo y fundamental de toda la acción y misión de la Iglesia” y, por ende, “el haber vuelto a descubrir al Pueblo de Dios como un todo, como una totalidad, nos lleva en consecuencia a la corresponsabilidad de cada uno de sus miembros”.

También mencionó que “el redescubrimiento del Pueblo de Dios como sujeto activo en la vida y misión de la Iglesia, propuesto por el Vaticano II, va acompañado por el redescubrimiento, a través del propio Concilio, de la dimensión pneumatológica (del Espíritu) de la Iglesia”.

De este modo, “escuchar al Pueblo de Dios es escuchar verdaderamente lo que el Espíritu le dice a la Iglesia. La opción de escuchar y consultar al Pueblo de Dios depende de este redescubrimiento”.

De ahí que el arzobispo peruano señalara que la comunión, la eclesialidad y la sinodalidad en América Latina y el Caribe ofrecen “la oportunidad de enriquecer su propia identidad como Iglesia, contextualizar la sinodalidad dentro de la Iglesia y hacer de la sinodalidad una realidad verdaderamente auténtica en la vida de la Iglesia”.

Balance del último cuatrienio
Al presentar a los asistentes a la Asamblea el balance de los últimos cuatro años, la presidencia del Celam puso de manifiesto que fue “un tiempo en que se ha querido responder con pasión a los desafíos pastorales del continente, como pidió el Papa Francisco. 

La perspectiva eclesiológica fue la del Concilio Vaticano II, asumida en las cinco Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano y en la Primera Asamblea Eclesial de América Latina. Un camino marcado por la opción preferencial por los pobres y la preocupación por el cuidado y la defensa de la “casa común”, que ha configurado el rostro de una Iglesia latinoamericana y caribeña en salida, pobre para los pobres y samaritana.

En Tegucigalpa, el Celam asumió la necesidad de discernir y responder a los signos de los tiempos con parresía, a través de siete convicciones, que definieron al Celam como un organismo necesario y actual, de naturaleza subsidiaria, en relación directa con las Conferencias Episcopales, siendo escuela de sinodalidad, con una planificación más adecuada, con amplia oferta formativa a través del Cebitepal. De ahí surgieron los nueve principios que orientaron el proceso de renovación y reestructuración del Celam, en clave sinodal, colegial, de conversión integral, con voz profética, visión integradora, con incidencia, siendo red de redes, descentralizado y con sentido de pertenencia, y acogiendo y aportando al Magisterio de la Iglesia.

Cuatro centros pastorales como núcleo central
El núcleo central de esta renovación tiene que ver con la creación de cuatro Centros Pastorales: el Centro de Gestión del Conocimiento, buscando mejorar la capacidad de la Iglesia de analizar la realidad con base científica, oír a los pueblos y ayudar a fortalecer su voz profética en el continente; el Centro de Programas y Redes de Acción Pastoral, para articular redes territoriales y temáticas sobre ecología, migraciones, mujeres, pueblos indígenas, pueblos afro y garífuna; el Cebitepal, centrado en el campo de la formación; y el Centro para la Comunicación, para renovar y potenciar la capacidad comunicacional de la Iglesia en el continente, así como su incidencia profética.

Estos Centros Pastorales ordenan sus líneas de trabajo a partir de tres ejes, que recogen los cuatro sueños expresados por el papa Francisco en Querida Amazonia.

Primera Asamblea Eclesial: retomar Aparecida
Con relación a la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, se hizo ver que fue una propuesta del papa Francisco, que pidió “una iniciativa de cuño sinodal que, además, permitiría retomar y aprovechar la riqueza de la Conferencia de Aparecida”, de la que dijo que “todavía tenemos que aprender mucho”. En el informe se recordó el proceso de esta asamblea, realizada entre el 21 y el 28 de noviembre de 2021 en México, con la participación de 1.104 asambleístas, la mayoría laicos y laicas, destacando el amplio proceso de escucha, llevada a cabo en un tiempo marcado por las limitaciones de encuentros presenciales impuestas por la pandemia.

Como fruto de ello, nacieron 41 desafíos pastorales agrupados en siete núcleos temáticos, fuente de trabajo para las comisiones de apropiación en diferentes niveles. Ello fue recogido en el texto “Hacia una Iglesia sinodal en salida a las periferias”, publicado en noviembre de 2022. Una asamblea que tiene que ser vista como “el inicio de un gran proceso pastoral de revitalización para la Iglesia latinoamericana y caribeña”.

Sínodo de la sinodalidad
Sobre el Sínodo 2021-2024, que tiene como tema “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación, misión”, el informe de la Presidencia del Celam destacó que “ha desatado inusitados itinerarios de escucha, diálogo y discernimiento a la luz del Espíritu y al ritmo de cada una de las fases previstas”, buscando hacer realidad el convite del papa Francisco a asumir con entusiasmo la aventura de “caminar juntos”. Un proceso en el que el Celam ha ofrecido total apoyo y colaboración a cada una de las solicitudes de la Secretaría General del Sínodo, una alianza afianzada en la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, que se ha ido concretando en algunos compromisos asumidos por el Celam.

Lo que se destaca como principal aporte del Celam al Sínodo de la Sinodalidad, es la organización y realización la Etapa Continental del Sínodo en las cuatro Asambleas Regionales, en las cuales se ha privilegiado el discernimiento comunitario, haciendo uso del método de la conversación espiritual. Participaron más de 400 personas y, finalmente, se elaboró el Documento de Síntesis Continental.

Nueva sede del Celam
La nueva sede del Celam, que comenzó sus obras en 2019, fue motivo de otro de los informes presentados, en el que se relata el proceso llevado a cabo y la distribución arquitectónica de la nueva sede, inaugurada el 12 de julio de 2022. “Esta nueva sede se sitúa en el contexto del proceso de renovación y reestructuración del Celam, porque no puede haber nuevas estructuras si no hay una renovación interior que las alimente y nutra”, se insistió en la presentación.

Colaboración con otros organismos
Finalmente, se quiso mostrar que “la opción por los pobres y los más vulnerables del continente latinoamericano y caribeño ha llevado al Celam a asumir, durante el cuatrienio 2019–2023, nuevos retos y desafíos en perspectiva de comunión, colegialidad y sinodalidad”. Entre ellas, está la colaboración con la Conferencia Eclesial de la Amazonía, la política del Celam para la prevención y el cuidado, con la creación de una comisión al respecto, en comunión con las orientaciones y las acciones asumidas por la Iglesia universal, siguiendo las orientaciones del Sumo Pontífice.

En la misma línea están también los proyectos del fondo Populorum Progressio, creado por San Pablo VI “para ayudar a los campesinos pobres y promover la reforma agraria, la justicia social y la paz en América Latina”. Eso dio paso, en 1992, a la Fundación Populorum Progressio, considerada por san Juan Pablo II como “un gesto de amor de la Iglesia en solidaridad con los más abandonados y necesitados de protección, como los pueblos indígenas, mestizos y afroamericanos”.

En septiembre de 2022, el Papa Francisco decidió crear este fondo, confiando al Celam la tarea de ayudar en el análisis de los proyectos y su realización, continuando el trabajo conjunto con la Curia Romana a través del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, que conservará la responsabilidad de la administración del fondo, que estará vinculado al servicio de esta misión. Se busca así seguir “visibilizando la opción preferencial por los más pobres, que caracteriza a la Iglesia latinoamericana y caribeña”.+