Miércoles 25 de diciembre de 2024

El Card. Parolin pide a juristas católicos italianos que protejan a los nuevos débiles

  • 9 de diciembre, 2021
  • Roma (Italia) (AICA)
Abrió con un informe el 70º Congreso nacional de estudio de la Unión de Juristas Católicos, sobre "Los últimos: la protección jurídica de los sujetos débiles". Mañana serán recibidos por el Papa.
Doná a AICA.org

El cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado Vaticano, intervino mediante un videomensaje en la apertura del 70º Congreso nacional de estudio de la Unión de Juristas Católicos sobre el tema "Los últimos: la protección jurídica de los sujetos débiles", que se celebra en Roma desde hoy hasta el sábado 11 de diciembre, en el Instituto Patrístico Augustinianum y en la Universidad Lumsa.

El purpurado vaticano plantea en un informe que los sujetos débiles, los nuevos "últimos" a los que la ley debe garantizar la protección jurídica, son los nuevos huérfanos de hoy, niños "llamados a la vida fuera de una relación natural y estable entre un hombre y una mujer", o que "se encuentran en el mundo sin padres o viven en la fría realidad de una probeta". Y los nuevos "extranjeros" que, según el Antiguo Testamento, "tienen derecho a ser tratados como ciudadanos iguales" son los migrantes. A ellos y a otros "nuevos débiles" debe dirigirse la protección de un "derecho positivo adecuado, inspirado en principios de solidaridad".  

En su informe, el cardenal Parolin invita a los miembros de la Unión de juristas católicos a adoptar la perspectiva, “por la que el verdadero poder es el servicio: servicio de toda persona, especialmente de los últimos, al que están llamados, sí, los legisladores y los administradores públicos, pero al que también están llamados ustedes, estudiosos y juristas, en la medida en que la adquisición de sus investigaciones y sus reflexiones podrán ayudar a los primeros en el mejor ejercicio de sus propias funciones".

Un servicio muy especial, al que "están llamados como juristas católicos", sinfónico con el sueño del papa Francisco, cuando dice: "Me gusta una Iglesia inquieta, cada vez más cercana a los abandonados, a los olvidados, a los imperfectos; deseo una Iglesia feliz con el rostro de una madre que comprende, acompaña y acaricia".

Asumiendo que el derecho es siempre una relación entre débiles, nosotros los seres humanos que somos en todo caso incompletos, la reflexión de los juristas católicos, para el secretario de Estado del Vaticano, debe analizar la justicia en el derecho positivo, para entender dónde "las diferentes debilidades en las relaciones no están igualmente garantizadas, dónde la protección del más fuerte en la relación ha tomado la mano del legislador", de modo que el derecho se ha convertido en un instrumento de fuerza, "ius quia iussum" ("derecho porque se impone").

La protección de los últimos en la Constitución italiana
Pero el título del congreso, prosigue Parolin, "invita a pensar en los más débiles entre los débiles", que "por nacimiento o por las vicisitudes de la vida" son los "más necesitados de protección y promoción". El arraigo cultural fundado en la civilización jurídica medieval, que hacía hincapié en la "responsabilidad hacia los más débiles", promovió el nacimiento del llamado sistema del “del welfare”.  En Italia, subrayó el secretario de Estado, "el problema de los más pequeños" desde el punto de vista jurídico se encomienda a "los grandes principios contenidos en la Carta Constitucional" en materia de familia, educación, salud y trabajo.

Cuando el artículo 3, en su segundo párrafo, afirma que es deber de la República remover los obstáculos de todo orden económico y social que, limitando la libertad y la igualdad de los ciudadanos, impiden el pleno desarrollo de la persona humana, "se capta la palanca sobre la que hacer valer un derecho positivo de protección de los sujetos débiles, desiguales por definición, y por lo tanto se capta aquí la dirección para un programa de intervenciones –no sólo normativas– destinadas a remover los obstáculos que discriminan y, en consecuencia, hacen más débiles".

El cardenal Parolin señala también que al introducir en los artículos siguientes el principio de "solidaridad-caridad", que "no es otra cosa que dar más allá de lo debido, ir más allá de las prescripciones de la ley", la Constitución italiana muestra un rasgo singular "en la medida en que parece fijar como deber un comportamiento que, yendo más allá de lo legalmente debido, supera la esfera de la juridicidad".

El tema del Congreso de la Unión de juristas católicos, se lee en la presentación, se inspira en la intención de "estudiar y profundizar, a través del análisis de la diversidad, la fragilidad, como atributo, en sí mismo, jurídicamente relevante de la persona". El mismo congreso "se inscribe en la tradición de los juristas católicos que siempre estuvieron abiertos al diálogo entre creyentes y no creyentes, laicos en el más alto sentido del término y fieles al mensaje evangélico que escuchan, comprenden y respetan las opiniones de los demás".  La sesión inaugural del jueves 9 de diciembre comenzó con un discurso de bienvenida a cargo de Damiano Nocilla, presidente nacional de la UGCI, y de Francesco Bonini, rector de Lumsa.+