El Card. George Pell cumple 80 años y pierde derecho a votar en cónclave
- 8 de junio, 2021
- Sidney (Australia) (AICA)
El purpurado australiano, injustamente condenado por abuso de menores, que pasó 13 meses en prisión hasta que el Tribunal Supremo le dio la razón, celebra hoy su 80 cumpleaños en cuarentena por Covid.
El cardenal australiano George Pell, exprefecto de la Secretaría de Economía Vaticano, cumple hoy 80 años, tras haber vivido ultimamente los años más duros de su vida, injustamente condenado por abuso de menores, pasó trece meses de detención hasta que el Tribunal Supremo de Australia le dio la razón y confirmó su inocencia, experiencia que él relató en su libro "Diario de prisión".
“Yo creía profundamente en que estaba ante una situación injusta porque no era culpable de esos delitos. Y en segundo lugar, porque a mediados de los 90 hice más en la lucha contra los abusos que muchos otros en Australia. Me di cuenta de que yo era el chivo expiatorio porque por 25 años fui una figura de referencia en la Iglesia”, comentó el purpurado entrevistado por varios medios con motivo de su cumpleaños.
"Me ayudó mucho vivir mis sufrimientos al asociarlos con los de Jesús. Siempre creí que Dios estaba detrás de todo lo que me estaba pasando", expresó a VaticanNews el cardenal Pell, que celebrará su cumpleaños en su casa de Australia, donde se encuentra recluido en cuarentena por motivos asociados al Covid.
En 2014, el papa Francisco nombró al cardenal Pell, prefecto de la recién creada Secretaría de Economía. En el verano de 2017, el cardenal tuvo que viajar a su Australia natal para ser juzgado por acusaciones de abuso sexual contra menores. Después de pasar poco más de un año bajo custodia basado en sentencias judiciales, finalmente fue absuelto por la Corte Suprema de Australia en abril de 2020 debido a la falta de pruebas.
El cardenal siempre se declaró inocente, definiendo el crimen del que fue acusado como un crimen horrible e intolerable. La sentencia absolutoria fue recibida con satisfacción por la Santa Sede, que -en un comunicado de prensa- dijo que siempre había depositado su confianza en la autoridad judicial australiana. El propio Francisco, al recibirlo el pasado 12 de octubre, le agradeció su testimonio.
En noviembre de 2019, su sucesor como prefecto de la Secretaría de Economía fue designado por el padre jesuita español Juan Guerrero.
Al cumplir 80 años el cardenal Pell pierde su derecho a voto en un cónclave, tal como lo hizo en los últimos dos cónclaves, el de Benedicto XVI en 2005 y el de Francisco en 2013. Con su salida quedan 124 cardenales electores.
George Pell nació el 8 de junio de 1941 en Ballarat, al oeste de Melbourne. Por el bien del sacerdocio, abandonó su carrera juvenil como futbolista australiano. Fue ordenado sacerdote en 1966.
En 1987, Juan Pablo II lo nombró obispo auxiliar de Melbourne y en 1996 arzobispo. En 2001 se mudó a Sydney. Dos años después, recibió la birreta de cardenal. En 2014, el papa Francisco lo nombró prefecto de la recién creada Secretaría de Economía.
En la cárcel perdoné a mis acusadores, la fe me mantuvo con vida
El cardenal Pell contó a VaticanNews los motivos que lo llevaron a escribir su Diario de prisión: “Pensé que podría ser de ayuda para los que tienen dificultades, para los que están pasando por un momento de sufrimiento como el que viví yo”, indicó y añadió: “Entonces pensé que llevar un diario tendría algún interés histórico, porque no ha habido muchos cardenales que hayan tenido la experiencia de la cárcel. Pero también porque descubrí que muchos internos se han dedicado a escribir, comenzando -en el ámbito católico- por San Pablo. Escribir en prisión es una buena terapia”.
La fe y la oración sostuvieron al purpurado australiano en esos duros momentos durante la prisión, él lo afirma así: “Debo decir que la fe y la oración fueron fundamentales, me ayudaron a cambiar por completo la perspectiva de esos días de detención. Hoy les digo a todos, usando una expresión inglesa, que en la cárcel tuve la confirmación de que el 'paquete' cristiano funciona”.
“Mi experiencia muestra cuánto nos ayudan las enseñanzas de la Iglesia, cuánto ayuda orar, a buscar la gracia de Dios. Sobre todo, cuando entendemos que podemos vivir nuestros sufrimientos personales por un bien mayor, podemos asociar nuestro sufrimiento con el de Jesús, como cristianos sabemos de hecho que hemos sido redimidos por la pasión y muerte del Hijo de Dios. Vivir esta enseñanza sobre el valor del sufrimiento realmente lo cambia todo cuando estás en una situación como la mía”.
“La importancia de las cosas sencillas, como la fe, el perdón, la redención del sufrimiento. Normalmente, cuando vives en la cárcel te ves obligado a afrontar los temas fundamentales de la vida, las cosas simples y fundamentales. Esto también me pasó a mí y debo agradecer a Dios que sobreviví”, expresó el arzobispo de Melbourne.
Un Juez impone multas a medios de comunicación australianos
Durante el caso del cardenal Pell, ya en 2018 los tribunales impusieron a los medios de comunicación una orden judicial que imponía sigilo sobre el caso para no influir en las decisiones y porque en ese momento el cardenal estaba imputado en otro caso que después fue desestimado. El sigilo se imponía hasta 2019. Sin embargo, una docena de periódicos y portales no acataron la orden judicial.
De hecho, el pasado mes de febrero medios de comunicación se declararon culpables de desacato por lo que este viernes 4 de junio de 2021 se les impuso unas multas que oscilan entre 600 euros y 280 mil euros.
Se incluye, además, el pago por los costos legales del juicio (casi medio millón de dólares). Entre los medios se encuentran Australian Financial Reviee, Daily Telegraph, Sydney Morning Herald o The Age y una veintena de editores, presentadores y periodistas.
En palabras del juez John Dixon los delitos de algunos medios “constituyeron un desafío flagrante y deliberado de la autoridad de la corte. Cada uno asumió un riesgo deliberado al promover intencionalmente un ataque colateral sobre el papel de las órdenes de supresión en el sistema de justicia penal de Victoria”.+