El arzobispo de Cartagena es el nuevo presidente del episcopado colombiano
- 4 de julio, 2024
- Bogotá (Colombia) (AICA)
El misionero de la Consolata, Mons. Francisco Javier Múnera Correa, sucede en el cargo al Card. Luis José Rueda para el trienio 2024-2027.
Los obispos colombianos, reunidos en su CXVII Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC), renovaron sus autoridades para el próximo trienio 2024-2027. Eligieron, de esa manera, como presidente a monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena; como vicepresidente, a monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo de Tunja; y además, como secretario general, a monseñor Germán Medina Acosta, recién nombrado obispo de Engativá.
Monseñor Múnera sucederá en el cargo al cardenal Luis José Rueda Aparicio; mientras que monseñor Villa, relevará al arzobispo de Popayán, monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos; y monseñor Medina, al obispo auxiliar de Bogotá, monseñor Luis Manuel Alí Herrera.
Acerca de los integrantes de la nueva mesa directiva de la CEC
El nuevo presidente del episcopado colombiano fue nombrado, en 1999, vicario apostólico de San Vicente-Puerto Leguízamo y titular de la diócesis Acque Nouve di Numidia, por san Juan Pablo II
En 2019, se convirtió en el primer obispo de San Vicente del Caguán, tras ser elevado este territorio de vicariato apsotólico a diócesis. Y fue el 25 de marzo de 2021 cuando el papa Francisco lo nombró arzobispo de Cartagena, en la costa Caribe de Colombia.
En cuanto a monseñor Gabriel Ángel Villa, fue nombrado en 2014 obispo de Ocaña, al oriente del país. Luego, en 2020, pasó a ser arzobispo de Tunja.
Por su parte, monseñor Germán Medina, el nuevo secretario general, fue nombrado el 14 de marzo de este año como secretario de la Comisión Pontificia para la protección de menores. El 11 de julio de 2021 había sido nombrado por el papa Francisco como obispo titular de Aradi y auxiliar de Bogotá. Hasta que, este 29 de junio, el mismo Francisco lo nombró obispo de Engativá.
Vencer la indiferencia ante el sufrimiento
Luego de sus nombramientos, los tres prelados agradecieron a los demás obispos por la confianza depositada en ellos para ocupar esos cargos, a la vez que resaltaron la labor y entrega de quienes dejaban la dirección de la institución.
"Es un servicio, es una misión, y los asumimos confiados totalmente en la providencia del Señor. También, contando con el apoyo, la colaboración y la solidaridad de todo el pueblo de Dios y, especialmente, de nuestros hermanos obispos", manifestó monseñor Múnera Correa.
Igualmente, se refirió a la realidad del país y dijo que no se puede caer en una visión de pesimismo; antes bien, agregó: "La esperanza nos invita a mirar también todo el potencial de talento humano que tiene esta patria". Invitó asimismo a generar actitudes de solidaridad, dejando a un lado la indiferencia frente al sufrimiento que aflige a grandes sectores de Colombia, con amplios ambientes de exclusión y marginalidad.
Defensa de la vida, la familia y la educación
En su saludo, monseñor Villa Vahos se refirió al papel que la nueva dirigencia episcopal tendrá que emprender como Iglesia en temas de actualidad, entre ellos el de la paz; al respecto, indicó que el análisis de la realidad del país hecho por el episcopado durante la última asamblea da cuenta de la fuerte incertidumbre que se vive ante signos como los de la polarización y la violencia, pero también de las potencialidades que tiene el país. Por lo que insistió en decir que, desde la Iglesia, se seguirán haciendo todos los esfuerzos para seguir trabajando y apoyando esos caminos de búsqueda de la paz.
"Ante este panorama, donde hay signos de violencia, también descubrimos que hay muchas potencialidades, muchos signos de esperanza, mucha gente trabajadora, y creemos que lo que debemos hacer, desde el Evangelio, es enfocar nuestro trabajo especialmente en la protección y respeto por la vida, propender a fortalecer los valores desde la familia y el derecho a la educación."
Por su parte, monseñor Medina Acosta observó que, con esta nueva designación, desea ratificar su compromiso de ofrendar su vida al servicio de la propuesta del Evangelio en todos los rincones del país.
"Sabemos del sufrimiento de muchas personas en nuestro país: no queremos ser indiferentes, queremos vencer la indiferencia y comprometernos desde las regiones, desde las distintas jurisdicciones eclesiásticas, a dar esa respuesta desde la perspectiva del Evangelio, ya que la opción de la Iglesia no es la violencia, sino tejer comunión y fraternidad entre todos", señaló.
Finalmente, los nuevos directivos de la CEC hicieron un llamado a los responsables del gobierno nacional, alcaldías, gobernaciones y demás líderes políticos del país, para que "trabajemos mancomunadamente por la unión del país, para construir un proyecto de nación, que tanto bien nos hace, en el que fortalezcamos la institucionalidad y nuestra democracia, y que seamos capaces de resolver nuestros conflictos a través de las vías del diálogo, de los consensos".+