Dos padres sinodales argentinos detallan las necesidades de los jóvenes
- 19 de octubre, 2018
- Ciudad del Vaticano
Los obispos argentinos Eduardo García (San Justo) y Ricardo Seirutti (auxiliar de Córdoba) hicieron un balance preliminar del Sínodo de los Obispos sobre "Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional", y adelantaron hacia dónde se pueden orientar las propuestas de los padres sinodales.
En declaraciones a Vatican News, los prelados detallaron cuáles son las necesidades de los jóvenes que surgen de las discusiones y adelantaron hacia dónde se orientan las propuestas.
Monseñor Seirutti expresó que los jóvenes "quieren caminar con la Iglesia, porque se dan cuenta de que son una respuesta para otros jóvenes" y destacó: "Ellos tienen muy claro el concepto de la ?Iglesia en salida?".
El prelado cordobés puntualizó que "al inicio se habló de la escucha y luego el acompañamiento, una de las necesidades de los jóvenes que quieren ser acompañados y la necesidad a su vez de formar y aumentar el número de los acompañantes de estos jóvenes".
"Son pocos los acompañantes, que pueden ser sacerdotes, religiosos o laicos, que no sólo se animen a seguir a los chicos sino que también estén preparados para seguirlos", reconoció.
En tanto, monseñor García consideró que se necesita que surjan propuestas válidas que "seduzcan el corazón de los jóvenes, los hagan sentir protagonistas de la historia, atrapen su inteligencia buscando la verdad y desde ahí muevan sus manos y su voluntad para concretar, sintiéndose vivos y parte constructora de una historia nueva".
"Creo que siempre ése es el desafío del joven: querer construir, querer hacer, querer que la realidad sea distinta; y creo que la clave es la de Jesús samaritano que se acerca, que ama, que abraza y devuelve la dignidad, que potencia y saca la mejor versión de nosotros mismos. Eso puede atraer y seducir a la juventud", agregó.
El prelado argentino estimó que los jóvenes "están pidiendo mayor autenticidad, mayor verdad, mayor cercanía y coherencia. Y mostrarles el Jesús verdadero, sin tantos velos ni máscaras".
"Creo que nuestro desafío es volver a la experiencia original del encuentro con Jesús y hacerle sentir el ardor de su presencia que nos cambia la vida, que nos impulsa a salir y a estar allí donde estuvo Él: con los pobres, los necesitados, los marginados, los que sufren, dándoles el mensaje de esperanza que sólo brota del amor. Porque lo cambia la vida y la historia es el amor", concluyó.+