Jueves 14 de noviembre de 2024

Dos nuevos diáconos para la arquidiócesis de Rosario

  • 21 de mayo, 2024
  • Rosario (Santa Fe) (AICA)
El arzobispo, Mons. Eduardo Martín, presidió la Eucaristía en la que Nelson Veliz y Gino Collazuol fueron ordenados diáconos.
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El obispo emérito de Concordia, monseñor Luis Collazuol, ordenó diáconos a los seminaristas Nelson Veliz y Gino Collazuol, en una misa presidida por el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín, en la catedral Nuestra Señora del Rosario. Concelebraron un grupo numeroso del clero diocesano.

Uno de los seminaristas es sobrino de monseñor Collazuol, quien a su vez fue obispo auxiliar de Rosario previo a su designación como pastor de la diócesis de Concordia.

En la homilía predicada por monseñor Martín, el prelado recordó que las ordenaciones “son siempre una gran alegría para la Iglesia local y una de las dichas más grandes de todo obispo”.

Luego, agradeció al equipo de formadores del seminario arquidiocesano San Carlos Borromeo y “a cuantos intervinieron directa o indirectamente en la formación de estos jóvenes”, enfatizó.

“El sacramento del Orden Sagrado en el grado de ‘diácono’ no sólo los capacita para una misión, sino que afectará el propio ser de cada uno de ustedes, haciéndolos ‘servidores’, a imagen de Jesucristo que se ha hecho diácono por nosotros”. continuó. 

El arzobispo recordó a los ordenados: “Ustedes harán presente sacramentalmente al diácono Jesucristo y a la Iglesia servidora del Señor y de los hombres. Esto lo realizarán establemente los diáconos permanentes; pero ustedes que serán diáconos en vista a recibir el presbiterado han de recordar siempre, lo mismo que los presbíteros, y nosotros, los obispos, que nunca dejamos de ser diáconos”. 

“A partir del diaconado -dijo- la vida de ustedes será traspasada por esta cualidad, por esta característica de ‘servidores’. Todo lo que piensen, sientan o hagan es en razón de ser servidores del Señor y de los hombres”. 

Y agregó: “La tarea principal del diácono es el anuncio del Evangelio; el entregar a los hombres el pan de la Palabra, del cual necesitan para vivir. Pero se puede anunciar sólo lo que primero se ha escuchado”.

Luego, señaló que el “segundo servicio, es el servicio de la ‘caridad’. Un servicio que reconoce en el rostro de los que sufren el mismo rostro de Jesús. Un servicio que mira al dolor y a la necesidad de nuestros hermanos los hombres”.

Monseñor Martín instó a los neo diáconos a que “ejerzan este ministerio con humildad, sin querer sobresalir, ni presumir de sabios, sino alegrándose con los que están alegres y llorando con los que lloran”.

Al final de su prédica, pidió que la Virgen “bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario, los cuide y experimenten siempre su protección maternal, acudiendo a ella en toda necesidad, como garantía de para ser fieles en el ministerio que hoy comienzan”.+

» Texto completo de la homilía