Viernes 15 de noviembre de 2024

Nueva exhortación del Papa: '¡Detengamos ya la espiral de la guerra!'

  • 27 de junio, 2024
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
En una audiencia con los líderes de las organizaciones humanitarias de la Iglesia Oriental (ROACO), el pontífice hizo un llamamiento urgente por la paz para Tierra Santa.
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"¡Cuánto dolor causa la guerra, que es aún más estridente y absurda en lugares donde se ha proclamado el Evangelio de la paz!", dijo Francisco, llamando la atención sobre el conflicto en Medio Oriente, al reunirse este jueves en el Vaticano con los representantes de la Asociación de Sociedades de Socorro de la Iglesia Oriental (ROACO), que desde el lunes discuten el asunto en Roma.

"Es urgente cesar el fuego, reunirse y entablar un diálogo, para permitir la coexistencia de diferentes pueblos: el único camino posible hacia un futuro estable", pidió el Santo Padre.

"A quienes alimentan el espiral del conflicto y se benefician de él, les repito: ¡basta! Basta, porque la violencia nunca traerá la paz", dijo el Papa. "Es urgente cesar el fuego, reunirse y entablar un diálogo, para permitir la coexistencia de diferentes pueblos: el único camino posible hacia un futuro estable".

La guerra es "inútil e inconclusa" y, "desde el principio y siempre, es una derrota", afirmó el Papa. 

Francisco llamó a escuchar el grito de los que sufren: "Escuchemos a quienes sufren las consecuencias, como las víctimas y los necesitados, pero escuchemos también los gritos de los jóvenes, de la gente corriente y de los pueblos, que están cansados de la retórica belicosa, de los estribillos estériles, que siempre culpan a otros, dividiendo el mundo en buenos y malos, en lugar de líderes que luchen por sentarse a la mesa a mediar y promover soluciones".

Solidaridad con los cristianos de Tierra Santa
Francisco llamó a los creyentes de todo el mundo a mostrar solidaridad con los cristianos en Tierra Santa, y advirtió sobre un éxodo de cristianos desde allí: "Donde todo comenzó, donde los apóstoles recibieron el encargo de salir al mundo a anunciar el Evangelio, hoy los creyentes de todo el mundo están llamados a hacer sentir su cercanía y a animar a los cristianos de allí, y de todo Medio Oriente, a ser más fuertes que la tentación de abandonar su país, devastado por el conflicto. Pienso en una situación fea: que ese país esté siendo despoblado de cristianos".

El Papa elogió los esfuerzos de las organizaciones de ayuda de la Iglesia Oriental, como portadoras de ayuda concreta y de esperanza que se esfuerzan por aliviar el sufrimiento, y les agradeció su labor: "Casi todo lo que hacen no se nota a los ojos del mundo, pero es agradable a los ojos de Dios", dijo el Papa, y expresó su confianza en que "las semillas que plantan en la tierra contaminada por el odio y la guerra brotarán, y se convertirán en profecía de un mundo diferente, "el que no se adherirá a la ley que cree en los más fuertes, sino al poder de una paz desarmada".

Paz para Ucrania
En su discurso, Francisco también abordó "el drama de la Ucrania atormentada" y pidió una solución de paz también allí: "Que aparezca un rayo de paz para esta querida población, que los prisioneros de guerra sean liberados y los niños repatriados. Promover la paz y liberar a los prisioneros son características de la fe cristiana, que no puede reducirse a un instrumento de poder. También agradeció a las organizaciones de ayuda de la Iglesia Oriental "por sus esfuerzos humanitarios para los desplazados de la región de Karabaj". De hecho, varios líderes de iglesias de la región viajaron a Roma para la reunión de ROACO.

Muchas Iglesias orientales son hoy "Iglesias mártires" y heridas como el cuerpo de Cristo, dijo Francisco, quien también nombró a Siria, el Líbano, todo Oriente Medio, el Cáucaso y Tigray. "Precisamente donde vive una gran parte de los católicos de Oriente, la barbarie de la guerra hace estragos de manera espantosa", afirmó el Papa.

La migración de los cristianos de Oriente es hoy "quizás mayor que nunca", y algunas iglesias están casi despobladas, lo que perjudica enormemente la pastoral y existe el riesgo de pérdida de la identidad religiosa. "Y, con el éxodo, se ha perdido el legado espiritual de Oriente, riqueza inconfundible para la Iglesia católica", expresó Francisco con preocupación.

Papel importante de los cristianos
El Papa pidió a la organización de ayuda de la Iglesia Oriental (ROACO) que continúe ayudando a los creyentes asediados en esos países y fortaleciéndolos en su fe. A ese apoyo, subrayó, también debería contribuir el Dicasterio para las Iglesias Orientales. Francisco recordó, una vez más, el importante papel que juega el cristianismo en estas regiones.

"Que ayuden, con su apoyo, a compensar lo que el poder civil debe hacer por los más débiles y miserables, pero no puede, no sabe o no quiere hacer. Ser un incentivo para que el clero y los religiosos tengan siempre el oído abierto al clamor de su pueblo, admirables en la fe, poniendo el Evangelio por encima de las discordias y los intereses personales, para trabajar juntos por el bien, porque todos en la Iglesia son Cristo, y Cristo es Dios".+