Jueves 14 de noviembre de 2024

La Iglesia en Cuba conmemoró el 25º aniversario de la histórica visita de san Juan Pablo II

  • 1 de diciembre, 2022
  • La Habana (Cuba) (AICA)
Los obispos cubanos recordaron el feliz acontecimiento y el reconocimiento de la Navidad como día festivo, a raíz de la histórica visita, en una carta pastoral sobre el Adviento.
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El 25º aniversario, tanto del reconocimiento de la Navidad como día festivo en Cuba como de la visita a la isla del papa Juan Pablo II, aparece mencionado en forma relevante por los obispos cubanos en su mensaje de preparación para la Navidad, difundido el miércoles 30 de noviembre.

“La Navidad es siempre un acontecimiento nuevo -escribieron los obispos en el mensaje de Adviento 2022-, porque nuestra situación personal, eclesial y social va cambiando y, por tanto, desde esa nueva perspectiva, acogemos al Niño Jesús, que viene a compartir nuestra vida, a caminar con nosotros y a enseñarnos a vivir como hermanos”. 

Y agregaron: “En esta ocasión, se cumplirán 25 años de que las autoridades de Cuba decretaron la Navidad como un día feriado, lo cual permite desde entonces que las personas puedan compartir esta fiesta en familia y participar en las celebraciones con sus respectivas comunidades”.

Los obispos recuordaron en su carta que, justo después de Navidad, en el mes de Enero se cumplen 25 años de la visita de San Juan Pablo II, “un acontecimiento que marcó la historia y fue una bendición para nuestro pueblo”. Para recordar esta “inolvidable visita”, a partir del 24 de enero se llevarán a cabo celebraciones en todas las diócesis, “para hacer presentes las enseñanzas transmitidas por el papa santo en las cuatro celebraciones eucarísticas y en los otros encuentros que presidió”.

“Que Cuba se abra con todas sus magníficas posibilidades al mundo y que el mundo se abra a Cuba”, dijo Juan Pablo II al  llegar a Cuba, el 21 de enero de 1998. Para la mayoría de los cubanos, era el primer contacto con este hombre, que había venido de lejos, cuyo nombre muchos apenas conocían. En su primer discurso, precisó las intenciones de su viaje pastoral: «Vengo como peregrino del amor, de la verdad y de la esperanza, con el deseo de dar un nuevo impulso a la obra evangelizadora que, en medio de las dificultades, esta Iglesia local lleva a cabo con vitalidad y dinamismo apostólico, en su camino hacia el tercer milenio».

“Que allí donde haya miedo, desconfianza, rutina, mentira y odio, Cristo ponga coraje, esperanza, entusiasmo, verdad y perdón", escribieron los obispos cubanos en preparación a la próxima Navidad. L"a Iglesia crece en la medida que todos y cada uno somos capaces de asumir la misión que Jesús nos confió”, agregaron.

Los prelados dirigieron, además, un saludo especial a las familias que sufren la emigración, y -a todos los fieles cubanos- la invitación a “procurar estar más atentos, aprender a mirar y escuchar, para reconocer las señales que Dios nos pone cada día, a través de las cuales nos va guiando, alentando o advirtiendo ante los peligros, pero sobre todo para descubrir cómo Dios se va manifestando en la realidad, tejiendo nuestra historia con asombrosa cercanía y respeto, ayudándonos a poner lo mejor de nosotros al servicio de todos”.

El mensaje también manifiesta la necesidad de “despertar la alegría y la esperanza, en medio de tantas oscuridades y desalientos”, y subraya que la fiesta de Navidad “a la vez que nos llena de alegría con la presencia del recién nacido, también nos compromete con la vida de nuestros hermanos, con la historia de la Iglesia y la de nuestro país”. 

Por último los obispos invitaron a recibir la Navidad a la luz de la presencia de Jesús, y a acoger la invitación que nos hace “de ser luz para nuestros hermanos, que necesitan signos de esperanza que los fortalezca, para seguir haciendo el camino de la vida”. En efecto, "Jesús nos enseña que nadie puede luchar en la vida aisladamente, se necesita una comunidad que nos sostenga y en la que nos ayudemos unos a otros a mirar hacia adelante".

La reinstitución de la Navidad como día festivo
Coincidiendo con el anuncio del programa oficial de la visita de Juan Pablo II a Cuba, del 21 al 26 de enero de 1998, Fidel Castro anunció el 13 de diciembre de 1997 el restablecimiento de la fiesta de Navidad para ese año. Había sido el propio pontífice, durante la visita de Castro al Vaticano en otoño de 1996, quien lo había pedido, como gesto de buena voluntad, haciéndose eco del deseo de la Iglesia en Cuba. La última Navidad celebrada como día festivo en la isla caribeña se remontaba a 1968, cuando el régimen decidió trasladar oficialmente la fiesta a otra fecha, para no interrumpir la cosecha de caña de azúcar.+