Miércoles 25 de diciembre de 2024

Ser 'pastores con el corazón de Cristo', les pidió el Papa a seminaristas españoles

  • 20 de abril, 2024
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
En vísperas del Domingo del Buen Pastor, Francisco a exhortó a un grupo de seminaristas de Sevilla a ser 'pastores de su puebl'o.
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"Con el corazón en Dios, las manos abiertas y una gran sonrisa, compartan la alegría del Evangelio con todos los que se encuentren": esta fue la sugerencia que el Papa Francisco hizo a los seminaristas que estudian en los seminarios Metropolitano y Redemptoris Mater de Sevilla, España, al recibirlos este sábado en el Vaticano, cuando los instó a convertirse en pastores que cuiden con ternura de su pueblo, con el corazón y el amor de Cristo.

El Santo Padre comenzó su intervención señalando que ese encuentro se estaba produciendo en vísperas de "un día muy significativo", el Domingo del Buen Pastor, que se celebraría al día siguiente.

Entrega total, después de ser llamados por el Señor
"Ustedes, seminaristas, han recibido una llamada del Señor", reconoció el Papa Francisco, mientras los animaba, con la ayuda de su formador, a ser pastores siguiendo el ejemplo sincero del Señor.

El Santo Padre reiteró cuatro áreas en las que los futuros sacerdotes deben concentrar sus energías: la vida espiritual, el estudio, la vida comunitaria y la actividad apostólica.

Para llegar a ser verdaderamente un sacerdote que comprenda la necesidad de "entregarse totalmente a Dios y a nuestros hermanos", especialmente a los que más sufren, afirmó el Papa, esta integración es "necesaria" y "urgente".

Santo Pastor
El Santo Padre recordó de manera especial a un 'santo pastor' de Andalucía, el beato cardenal Marcelo Spínola y Maestre, maestro de sacerdotes, que decía que la virtud y la ciencia son dos cosas que se deben enseñar preferentemente a los aspirantes al sacerdocio, añadiendo que "el conocimiento sin virtud, envanece y no construye, y la virtud sin conocimiento, construye, pero no instruye".

El Papa utilizó esta observación para ilustrar la necesidad de que los futuros sacerdotes mantengan un cierto equilibrio sagrado, llamando a que la oración, el estudio, la fraternidad y la misión, dentro del sacerdote, estén unidos.

Francisco concluyó animando a los seminaristas a aprovechar al máximo su tiempo en el seminario para cultivar y compartir con alegría su fe.+