Miércoles 25 de diciembre de 2024

Concordia: multitudinaria manifestación de devoción a la Inmaculada Concepción

  • 10 de diciembre, 2024
  • Concordia (Entre Ríos) (AICA)
Fieles de distintos puntos de la diócesis peregrinaron a la parroquia Inmaculada para celebrar la primera misa de la festividad, que fue presidida por el obispo local, Mons. Gustavo Zurbriggen.
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En la fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, muchos fieles católicos de la ciudad entrerriana de Concordia peregrinaron, desde distintas comunidades, a la parroquia Inmaculada Concepción, en el corazón de la ciudad, para orar juntos festejando a la Virgen María, que respondió con fe, amor y prontitud a la misión para la cual Dios la preparó: ser la madre del Salvador.

Con cánticos de fe y esperanza, fue una genuina manifestación pública de fe mariana. El obispo de Concordia, monseñor Gustavo Zurbriggenpresidió la misa central en honor de la Inmaculada Concepción.

En su homilía, el prelado reflexionó sobre la misión que Dios encomienda a María y el 'sí' de María al pedido de Dios. "Ante una misión tan grande, el Dios que llama regala el don de la alegría al corazón creyente. La alegría espiritual es don del Espíritu Santo, es el 'combustible' necesario para responder a una vocación y a una misión", consideró.

"Es una alegría que vence el miedo y las inseguridades, porque viene de Dios y fortalece en la fe y en la esperanza", planteó a continuación, y animó "a llegar al corazón del hermano con la alegría de Jesús. Porque la misión es compartir con los demás la alegría de la fe; es anunciar la alegría del Evangelio; es testimoniar la alegría del seguimiento de Jesús. Misionar es contagiar la experiencia del amor de Jesús, que llena el propio corazón de alegría y esperanza".

A su vez, explicó que "esa alegría interior, don del Espíritu y necesaria para la misión, es fruto de la verdadera oración, que brota del encuentro con la Palabra de Dios y la gracia de los sacramentos; es fruto de la fraternidad vivida en la comunidad cristiana, siempre necesitada de conversión, para vivir las relaciones según el estilo de Jesús; y es fruto del servicio a los demás, porque no hay nada que llene más el corazón de verdadera alegría creyente que ir al encuentro y abrazar al hermano necesitado de ayuda y cercanía".

"Como María, sintamos la urgencia de responder al llamado de Dios a la misión. Como dice el lema pastoral: '¡Es ahora! Con la alegría de Cristo al corazón del hermano'", concluyó.+