Con un llamado a impulsar la fe concluyó el Simposio de Teología y Catequesis
- 22 de julio, 2022
- Puerto Iguazú (Misiones) (AICA)
Unos 120 congresistas participaron durante tres días de las jornadas organizadas por la diócesis de Puerto Iguazú. Esbozo sinodal para una catequética y teología fundamental. Homenaje al Card. Karlic.
En el marco del 30° aniversario de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica, el jueves 21 de julio la diócesis de Puerto Iguazú concluyó el Simposio de Teología y Catequesis, que se realizó a lo largo de tres días en el santuario de Santa María del Iguazu.
Participaron unos 120 congresistas, entre teólogos, catequistas, religiosos y sacerdotes, junto con laicos referentes de diócesis del país y acompañados vía Zoom por otras más de 150 personas de distintos puntos del país y del exterior, con el objetivo de revalorizar y profundizar sobre la importancia del Catecismo tiene en la transmisión de la fe al Pueblo de Dios.
“Un simposio es un banquete o un beber juntos. Queremos beber juntos del vino de la Sabiduría de Dios que nos alegra el corazón y que el Catecismo de la Iglesia Católica nos viene dando de beber desde hace 30 años”, subrayó el obispo de Puerto Iguazú, monseñor Nicolás Baisi, quien también compartió los contenidos del simposio con los obispos de la triple frontera, monseñor Sergio de Jesús Borges (Foz de Iguazu-Brasil) y monseñor Guillermo Steckling (Ciudad del Este-Paraguay).
También estuvieron presentes el obispo de Mar del Plata y presidente de la Comisión Episcopal de Catequesis y Pastoral Bíblica de la CEA, monseñor Gabriel Antonio Mestre; monseñor Ramón Alfredo Dus, arzobispo de Resistencia; monseñor Ariel Edgardo Torrado Mosconi, obispo de Nueve de Julio; monseñor Alberto Francisco María Sanguinetti Montero, obispo emérito de Canelones (Uruguay); el gobernador de Misiones, Oscar Herrera Ahuad, y el cónsul de Paraguay, Magno Álvarez Alarcón, entre otras autoridades eclesiásticas y funcionarios de la provincia.
En ese sentido, monseñor Borges manifestó su alegría por la invitación del obispo de Puerto Iguazú a generar espacios de encuentro para la reflexión sobre los misterios centrales de la fe, destacó la importancia de poder contar con una agenda común entre las diócesis fronterizas y anunció la realización, para el segundo semestre, de un encuentro fraterno entre los tres cleros.
Las jornadas contaron espacios de diálogos abiertos y exposiciones dirigidas a la reflexión de las diversas partes que componen el Catecismo. En ese sentido, durante la exposición inaugural, presbítero Gerardo Söding, se centró en el “Amén” de la primera sección del Catecismo, reflexionando sobre el creer de los hombres de hoy “bastante ahogados por los medios y con un profundo deseo de Dios”.
Durante el segundo y tercer día, el presbítero Andrés di Cio expuso sobre la celebración del misterio cristiano, reflexionando en torno a “qué significa celebrar el misterio cristiano” y donde “la liturgia se transforma en vida misma de la fe”. Siguiendo la modalidad del simposio tras la exposición se dio un dialogo abierto sobre los cuatro puntos de la segunda parte del CIC, ¿Quién celebra?, ¿Cómo se celebra?, ¿Cuándo se Celebra?, ¿Dónde se Celebra?.
Luego se desarrollaron conferencias simultáneas, donde se profundizó sobre la iniciación cristina en los sacramentos de la Iglesia; sobre el papel de los Santos Padres y los demás santos en el Catecismo; las referencias litúrgicas del Catecismo y la importancia de como la liturgia es más citada en la primera parte que en la segunda.
Por otra parte, ingresando ya en la tercera parte del CIC, monseñor Torrado Mosconi expuso sobre la vida del Espíritu Santo. En ese sentido y partiendo de la felicidad como fin del hombre, exhortó a que antes de abordar los mandamientos “es fundamental toda la vida moral en tres ejes; la Felicidad como Vocación; las virtudes, como camino de crecimiento y la gracia como Vida verdadera en el Espíritu”.
Luego se llevaron a cabo diversas ponencias simultaneas sobre la cita “Yo soy el Señor tu Dios” y también de la cita “En todo lo que hagan miren al Testigo”. Se dialogó también acerca de la conciencia moral en la perspectiva teologal de la “Vida en Cristo y la verdad como belleza en el Catecismo”.
Finalmente, en el acto de clausura se valoró que el simposio haya permitido espacios de encuentro interpersonal y fraterno de teólogos y catequistas buscan y trabajan para el enriquecimiento mutuo de sus saberes y haceres y brindan un servicio concreto a la formación permanente de agentes pastorales, en especial a aquellos que colaboran en la catequesis.
También se detalló que “a través de este simposio se buscó generar un espacio de diálogo fecundo, abierto y creativo entre teología y catequesis, ensayar, en un ejercicio sinodal, el esbozo de una catequética y una teología fundamental en los nuevos escenarios de la fe y la cultura”.
También se brindó nuevamente un agradecimiento especial al cardenal Estanislao Esteban Karlic, arzobispo emérito de Paraná, quien durante el acto de apertura había compartido unas palabras a través de un video.+