Comienza la Semana del Seminario porteño 2023

Como cada año, el seminario Metropolitano de Buenos Aires dedica una semana a la realización de diferentes actividades testimoniales y de oración por las vocaciones.

Con el lema “Vengan y lo verán”, los seminaristas de la arquidiócesis de Buenos Aires se preparan para vivir la tradicional Semana del Seminario, durante la que cada año comparten su vocación con el pueblo fiel. Las actividades comenzarán el sábado 2 y concluirán el 9 de septiembre.

La propuesta, que se realiza todos los años para anunciar y promover las vocaciones sacerdotales, incluye un encuentro para adultos el 30 de agosto, a las 18.30, en el Seminario Metropolitano de Buenos Aires (José Cubas 3543), que requiere de inscripción previa aquí.

Los seminaristas buscan recrear, dentro de la casa de formación sacerdotal, un clima vocacional, rezar más e invitar también a la oración por las vocaciones a las comunidades y al mundo digital de las redes sociales.

Dentro de las actividades planificadas, se compartirán en Instagram testimonios sacerdotales que reflejan el lema escogido en distintas comunidades parroquiales, inmersas en realidades tales como barrios marginales, cárceles, hospitales y otros espacios.

La Semana también incluye un “Día de las parroquias”, que se celebrará el 9 de septiembre a las 17 también en el seminario, que incluirá la dinámica “rezame que te rezo”, una propuesta para rezar por los seminaristas y que ellos a su vez recen por las intenciones de los demás fieles.

Accediendo a este enlace, un seminarista aparecerá en pantalla. Al dejar los datos personales de la persona interesada, ese joven podrá rezar también por esa otra persona, la cual se compromete a su vez a velar mediante la plegaria por su vocación. También se puede acceder allí a la oración específica propuesta para rezar por el candidato al sacerdocio.

Para los futuros sacerdotes, esta semana es una oportunidad para trabajar y vincularse con todos sus años de formación y con la feligresía de Buenos Aires, y también para revivir el propio llamado, valorar la vocación para la vida del mundo y de la Iglesia, y para dar testimonio de lo que Jesús hizo en cada uno de ellos.+