Miles de jóvenes peregrinaron al santuario de Río Blanco en Jujuy
- 1 de noviembre, 2023
- San Salvador de Jujuy (AICA)
Como cada año, los peregrinos llevaron sus intenciones a la patrona de esa provincia, la Virgen del Río Blanco y Paypaya, rezaron al Santísimo y participaron de la Eucaristía.
Miles de jóvenes peregrinaron, el viernes 27, hacia el santuario de Río Blanco para honrar a la patrona de los jujeños -Nuestra Señora del Río Blanco y Paypaya- y también participaron, el sábado 28 y el domingo 29, de las diversas actividades organizadas por la Pastoral Juvenil de la diócesis.
Como cada año, los peregrinos también participaron de la adoración al Santísimo Sacramento y de la misa central, que fue celebrada por el obispo local, monseñor Daniel Fernández, y concelebrada por los sacerdotes de la diócesis.
En la homilía, el obispo señaló: “La Palabra de Dios hoy nos ilumina como siempre, y descubre los secretos escondidos en el corazón de Dios y también descubre nuestra propia realidad, nuestra propia existencia y nuestro corazón”.
“Tantas veces nosotros nos preguntamos qué puedo ofrecerle a Dios, qué es lo que Él quiere de mí, qué es lo que hace falta para ser un buen cristiano y qué cosas no pueden faltar y que son esenciales”, continuó.
Y agregó: “Dios puede pedirnos que lo amemos por sobre todas las cosas, porque primero él nos ha amado con todo su corazón, nos ha dado la vida, la vida cristiana, nos cuida a lo largo de nuestra existencia y nos hado un lugar de felicidad eterna en el cielo”.
Para eso, dijo, “envió a su hijo único Jesucristo, para que en la cruz Él, dando hasta la última gota de su sangre por amor a nosotros, pudiera el hombre entender hasta qué punto es amado por Dios. Fuimos y somos amados hasta el extremo”.
Además, manifestó: “Vivamos este mensaje que Jesús nos transmite en el Evangelio, la palabra de Dios, como llenando nuestro corazón, yendo al espacio de amor infinito de Dios en nuestra vida”.
“Ninguno de nosotros tiene derecho de decirle a Dios ni a quejarse de que le falta amor, cuando somos amados de esta manera tan abundante, tan inmensa y generosa. Ninguno de nosotros puede decirle a Dios que no se acuerda de mí, cuando me tiene tatuado en la palma de su mano, en lo más profundo de su corazón”, subrayó.
En tanto, destacó: “Esto es lo que nosotros queremos vivir y vivenciar, de manera particular los jóvenes, entre los que están esos que tienen esa experiencia de querer grabar en su piel el nombre de un ser querido, una realidad que quieren recordar siempre”.
Y finalizó: “Busquemos en el fondo de nuestro corazón donde Dios, desde el Bautismo, nos marcó para siempre con un amor que no se termina nunca y que se abre desde esta vida hasta la eternidad”.+