Viernes 15 de noviembre de 2024

Celebrarán en Roma los 400 años de Propaganda Fide

  • 15 de noviembre, 2022
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Con motivo de esta celebración se realizará en Roma, del 16 al 18 de noviembre un Congreso Internacional de Estudios "Euntes in mundum universum" (vayan al mundo entero) en la Universidad Urbaniana.
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La creación en 1622 de la Sagrada Congregación para la Propagación de la Fe, más conocida como ‘de Propaganda Fide’, con la responsabilidad de dirigir las actividades misioneras en todo el mundo, “fue un acontecimiento histórico de gran importancia”, subrayó este martes 15 de noviembre monseñor Camillus Johnpillai, Jefe de la Oficina del Dicasterio para la Evangelización, al presentar en la Sala de Prensa de la Santa Sede el Congreso Internacional de Estudios “Euntes in mundum universum” (Vayan al mundo entero), previsto del 16 al 18 de noviembre en la Pontificia Universidad Urbaniana, con motivo del cuarto centenario de la fundación de la Congregación de Propaganda Fide (1622-2022).

Una historia centenaria
Repasando las principales etapas de estos cuatro siglos, monseñor Johnpillai destacó en primer lugar la intención del papa Gregorio XV (1621-1623) al establecer esta Congregación: el Papa, como Pastor universal, tenía la responsabilidad absoluta de difundir la fe; la Congregación debía coordinar y guiar la actividad misionera de la Iglesia, que hasta entonces había sido controlada por los gobernantes católicos de España y Portugal. Todos los misioneros tenían que depender de Propaganda para ser enviados en misión a los territorios que se les asignaban.

El Papa Urbano VIII (1623-1644) dio un fuerte impulso al progreso de las misiones, y la competencia de la Congregación se dividió en tres categorías: territorios, personas y materias. Otro aspecto está relacionado con las cuestiones financieras, teniendo en cuenta el enorme compromiso mundial con la actividad misionera. La evolución de las competencias de Propaganda Fide se produjo sobre todo en el siglo XX, y en particular tras el Concilio Vaticano II. 

La reforma de la Curia Romana llevada a cabo por San Pablo VI con la Constitución Apostólica 'Regimini Ecclesiae universae' de 1967 confirmó “la competencia general del Dicasterio Misionero como órgano central de la Iglesia, encargado de organizar y coordinar la actividad misionera en el mundo”. También presentó un nuevo nombre para el Dicasterio, ‘para la Evangelización de los Pueblos’, “subrayando que la evangelización es la finalidad de la actividad misionera de la Iglesia”, y por primera vez se hizo referencia a la participación de los laicos en la cooperación misionera. 

San Juan Pablo II, con la Constitución Apostólica ‘Pastor Bonus’ de 1988, indicó la promoción de la investigación en teología, espiritualidad y pastoral misionera como el primer instrumento en la tarea del Dicasterio para la cooperación misionera. Se acentuó aún más su tarea de formar al clero secular y a los catequistas y de animar a todo el pueblo de Dios.

Monseñor Johnpillai se refirió luego a la actual fisonomía del Dicasterio para la Evangelización delineada por el papa Francisco, con la Constitución Apostólica 'Praedicate Evangelium' del 19 de marzo de 2022, al destacar que la Sección para la Primera Evangelización y las Iglesias Particulares adquiere el legado de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos (Propaganda Fide). 

“La misión evangelizadora de la Iglesia está aún lejos de su cumplimiento”, dijo para concluir, “por lo que la Iglesia continúa su misión evangelizadora, recordando las palabras del Señor resucitado: “Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo”.

Estudiar el pasado para delinear el futuro de la misión
Por su parte, el padre Bernard Ardura, presidente del Comité Pontificio para las Ciencias Históricas, en declaraciones a los periodistas, señaló que la Conferencia es una oportunidad para releer la historia de este Dicasterio, “rica en valiosas lecciones para la vida y la misión de la Iglesia hoy, y ciertamente muy útil para perfilar el futuro del anuncio del Evangelio no sólo en los territorios considerados ‘de Misión’, sino también en las sociedades de antigua tradición cristiana, que necesitan una nueva evangelización capaz de afrontar los retos del mundo actual”. 

Por ello, el padre Ardura destacó que la Conferencia “no tiene por objeto sólo el estudio de un pasado lejano”, sino que “teniendo en cuenta el papel de la historia y la importancia de sus enseñanzas, los distintos ponentes ofrecerán sugerencias útiles para la solución de las nuevas cuestiones surgidas en la época contemporánea”.+