Los católicos del Líbano acogen a miles de compatriotas que huyen de los bombardeos
- 10 de octubre, 2024
- Beirut (Líbano) (AICA)
Los bombardeos israelíes están golpeando especialmente en los alrededores de Baalbek, donde viven muchas familias cristianas que acogen a los desplazados, en su mayoría musulmanes.
"Cada una de las familias cristianas de los pueblos de los alrededores de Deir El-Ahmar ha acogido a tres o cuatro familias completas que huyen de los bommbardeos, es decir, entre 30 y 60 personas", explicó a Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) monseñor Hanna Rahmé, arzobispo maronita de Baalbek-Deir El-Ahmar, en Beqaa, al este del Líbano.
Los bombardeos israelíes están golpeando zonas estratégicas en el territorio de su arquidiócesis, especialmente la región alrededor de Baalbek, donde se cree que hay bases de Hezbolá y, al mismo tiempo, se hallan asentados varios pueblos donde viven tanto cristianos como musulmanes.
La arquidiócesis de monseñor Rahmé cubre aproximadamente el 27% de la superficie del país y está situada en una región en la que residen unos 450.000 musulmanes chiíes. El prelado cuenta que, incluso en los alrededores de la ciudad de Deir El-Ahmar, se producen bombardeos a diario, dirigidos contra los centros militares y económicos de Hezbolá, que se encuentran a sólo entre cinco y veinte kilómetros del centro.
"Estamos asfixiados por el número de desplazados, pero no podemos abandonarlos a su suerte", afirmó monseñor Rahmé. "Hablé en la televisión local y me dirigí a los habitantes de las zonas bombardeadas, diciéndoles que nuestras casas estaban listas para recibirlos" Y, añadió, "los musulmanes están enormemente conmovidos por esta solidaridad cristiana".
Según el prelado, unas 13.000 personas huyeron a zonas de la arquidiócesis donde la población es mayoritariamente católica.
En Deir El-Ahmar, donde se encuentra la sede episcopal, y en los pueblos de los alrededores, unas 2.300 personas fueron acogidas por instituciones educativas, mientras que otras 5.000 fueron alojadas en casas particulares y 1.500 en iglesias y conventos. Sin embargo, según el arzobispo, muchos de los desplazados tienen que dormir en las calles de la ciudad, y aún son más los que se han marchado al norte del país o a Siria.
Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), entre el 21 de septiembre y el 3 de octubre, unas 235.000 personas llegaron a Siria por tierra, y de ellas, 82.000 eran libaneses y 152.000, sirios.
La principal preocupación de monseñor Rahmé es hacer llegar la ayuda a los desplazados y a las familias de acogida. Estas últimas están agotadas, porque ya estaban de por sí empobrecidas por la crisis económica.
"Las ONG que actúan sobre el terreno ayudan a los desplazados en las escuelas, pero no a los acogidos por las familias ni a las propias familias que los reciben", se queja el arzobispo, y añade: 'Por eso, la arquidiócesis se ocupa de ellos. Sin embargo, la situación es muy crítica. Necesitamos urgentemente ayuda alimentaria, colchones y mantas, y estamos muy agradecidos a Ayuda a la Iglesia Necesitada, que nos ha ofrecido inmediatamente una ayuda vital. Por favor, permanezcan a nuestro lado.+