Card. Parolin sobre el Informe McCarrick: "Texto exhaustivo y de cuidadoso examen"
- 10 de noviembre, 2020
- Ciudad del Vaticano (AICA)
"Publicamos el Informe afligidos por las heridas que el caso provocó en las víctimas, en sus familias, en la Iglesia en los Estados Unidos, en la Iglesia Universal".
En un comunicado, el Secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, invita a leer todo el documento para no sacar conclusiones parciales: "Publicamos el Informe con dolor por las heridas que el asunto ha causado a las víctimas, a sus familias, a la Iglesia en los Estados Unidos, a la Iglesia Universal", escribe el purpurado.
Hoy se publica el informe sobre el conocimiento institucional y el proceso de toma de decisiones de la Santa Sede sobre el excardenal Theodore Edgar McCarrick, elaborado por la Secretaría de Estado por mandato del Papa. Se trata de un texto sustancial, que implicó un cuidadoso examen de toda la documentación relevante de los archivos de la Santa Sede, la Nunciatura de Washington y las diócesis de los Estados Unidos involucradas en diversas capacidades.
La compleja investigación también se integró con información obtenida de entrevistas con testigos y personas informadas sobre los hechos, con el fin de obtener el cuadro más completo posible y un conocimiento más detallado y preciso de la información relevante.
Una página dolorosa
Publicamos el Informe con dolor por las heridas que el asunto causó a las víctimas, sus familias, la Iglesia en Estados Unidos, la Iglesia Universal. Como hizo el Papa, yo también pude ver los testimonios de las víctimas contenidos en el Acta en el que se basa el Informe y que están depositados en los archivos de la Santa Sede. Su contribución fue fundamental.
En su Carta al Pueblo de Dios de agosto de 2018, el Santo Padre Francisco escribió, en relación con el abuso infantil: "Con vergüenza y arrepentimiento, como comunidad eclesial, admitimos que no sabíamos cómo quedarnos donde debíamos estar, que no actuamos en tiempo reconociendo el tamaño y la gravedad del daño que se estaba causando en tantas vidas”.
Como se desprende del grueso del informe y de la cantidad de documentos e información que contiene, nos movimos en busca de la verdad, ofreciendo materiales útiles para dar respuesta a las interrogantes que plantea la historia.
La investigación, como es sabido, llevó dos años de trabajo y ahora que se hace público el texto, se entenderá por qué este tiempo no es corto. La invitación que me permito dirigir a cualquiera que busque respuestas es a leer el documento completo y no engañarse al encontrar la verdad en una parte y no en otra. Sólo a partir de la visión de conjunto y del conocimiento, en su totalidad, de lo reconstruido de los procesos de toma de decisiones que involucraron al excardenal McCarrick, se podrá comprender lo sucedido.
Protección de los menores
En los últimos dos años, mientras se llevaba a cabo la investigación que dio lugar a este Informe, hemos dado pasos importantes para asegurar una mayor atención a la protección de los menores e intervenciones más efectivas para evitar que se repitan determinadas decisiones tomadas en el pasado. La legislación canónica se ha enriquecido con el Motu proprio Vos estis lux mundi, que prevé la creación de mecanismos estables para recibir denuncias de abusos y establece un procedimiento claro para investigar las denuncias contra los obispos que han cometido delitos o han protegido a los responsables.
Y al Motu proprio se suman las herramientas creadas tras la reunión de febrero de 2019 sobre protección de menores. Pienso, por ejemplo, en el discurso, que tuvo lugar el pasado mes de diciembre, sobre el secreto pontificio de denuncias, juicios y decisiones sobre casos de abusos a menores y personas vulnerables; y en casos de no denuncia o cobertura de abusadores. Y también estoy pensando en la publicación del Vademécum sobre procedimientos en casos de abuso infantil, publicado el pasado mes de julio por la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Reparar el daño causado
"Mirando hacia atrás, nunca será suficiente lo que hagas para pedir perdón y tratar de reparar el daño causado", escribió el Santo Padre en la Carta al Pueblo de Dios, y agregó: "Mirando al futuro, todo esto nunca será poco lo cual se hace para dar vida a una cultura capaz de evitar que tales situaciones no solo no se repitan, sino que no encuentren espacio para cubrirse y perpetuarse.
El dolor de las víctimas y sus familiares es también nuestro dolor, por lo que es urgente reafirmar una vez más nuestro compromiso de garantizar la protección de los menores y adultos en situación de vulnerabilidad”.
De la lectura del documento se desprenderá que todos los procedimientos, incluido el del nombramiento de los obispos, dependen del compromiso y la honestidad de las personas interesadas. Ningún procedimiento, ni siquiera el más perfeccionado, está libre de errores, porque involucra las conciencias y decisiones de hombres y mujeres. Pero la relación también tendrá un efecto en esto: en hacer que todos los involucrados en esas decisiones sean más conscientes del peso de sus decisiones u omisiones.
Son páginas que nos llevan a una profunda reflexión y a preguntarnos qué más podemos hacer en el futuro, aprendiendo de las dolorosas experiencias del pasado.
Me gustaría concluir diciendo -termina el cardenal Parolin su declaración- que el dolor va acompañado de una mirada de esperanza. Para que estos fenómenos no se repitan, junto con normas más efectivas, necesitamos una conversión de corazones. Necesitamos pastores creíbles que anuncien el Evangelio, y todos debemos ser conscientes de que esto sólo es posible con la gracia del Espíritu Santo, confiando en las palabras de Jesús: "Sin mí nada pueden hacer". +