Viernes 15 de noviembre de 2024

Avellaneda: Renovado reclamo de justicia a tres meses del crimen de un adolescente

  • 24 de mayo, 2024
  • Avellaneda (Buenos Aires) (AICA)
Lo hicieron el obispo local Mons. Margni y el delegado episcopal de Pastoral Social, P. Juan Rega. "Su muerte nos sigue despertando la misma tristeza, consternación y dolor del primer día" afirmaron
Doná a AICA.org

El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Marcelo "Maxi" Margni y el delegado episcopal de Pastoral Social, presbítero Juan Manuel Rega, escribieron una carta a la comunidad diocesana al cumplirse tres meses del asesinato de Dante Ezequiel Canteros Barrientos, de apenas 14 de años, ocurrido en Villa Tranquila.

"Su muerte nos sigue despertando la misma tristeza, consternación y dolor del primer día", expresaron y puntualizaron: "Con estas líneas, quisiéramos expresar una vez más nuestra cercanía con su mamá, María, y todos sus seres queridos, y nuestra solidaridad en su pedido de justicia que, tres meses después, sigue aún sin respuesta".

Texto de la carta
Querida comunidad diocesana:

Hoy se cumplen tres meses del asesinato de Dante Ezequiel Canteros Barrientos, de apenas 14 de años, ocurrido en Villa Tranquila (Dock Sud, partido de Avellaneda). Estaba con un grupo de amigos en la calle, cuando un hombre los amenazó tras una pelea por celos de su pareja y, finalmente, le arrebató la vida a Dante. Su muerte nos sigue despertando la misma tristeza, consternación y dolor del primer día.

Con estas líneas, quisiéramos expresar una vez más nuestra cercanía con su mamá, María, y todos sus seres queridos, y nuestra solidaridad en su pedido de justicia que, tres meses después, sigue aún sin respuesta.

Al mismo tiempo, queremos invitarlos a tener presente en sus oraciones a Dante Ezequiel y a renovar nuestro compromiso con la vida de nuestros jóvenes, convencidos de que el Evangelio nos convoca a trabajar incansablemente por sociedades y ambientes seguros, libres de violencia, en los que realmente puedan crecer y madurar en plenitud.

Reciban nuestro saludo en Cristo, Señor de la vida y de la historia.+