Viernes 15 de noviembre de 2024

Avellaneda-Lanús: falleció un sacerdote reconocido por su aporte a la educación

  • 16 de abril, 2024
  • Avellaneda (Buenos Aires) (AICA)
Mons. Jorge Bazán, de 74 años, fue vicario general de la diócesis y se desempeñó también como formador del seminario San Pablo VI. Fue distinguido con el título de Prelado de Honor de Su Santidad.
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Monseñor Jorge Bazán falleció a los 74 años de edad, tras una enfermedad que hacía tiempo lo aquejaba, informó la diócesis de Avellaneda-Lanús. 

El obispo diocesano, monseñor Marcelo Margni, invitó a la comunidad a unirse en la oración por el eterno descanso de este sacerdote que fue vicario general de esta jurisdicción eclesiástica.

Mons. Bazán, quien ejerció su ministerio sacerdotal durante 46 años, nació en Asunción (Paraguay) el 13 de marzo de 1950. Aunque su familia se trasladó a la Argentina en 1951, cuando él tenía apenas un año de vida, nunca perdió contacto ni afecto por su tierra natal.

Cursó su formación sacerdotal en el seminario San José de La Plata y fue ordenado presbítero en la diócesis de Lomas de Zamora por imposición de manos del entonces obispo, monseñor Desiderio Collino, el 23 de marzo de 1978 en la catedral diocesana. 

Desde entonces ejerció su ministerio en diversas comunidades, particularmente en esa catedral y en la basílica de Nuestra Señora de La Paz de Lomas de Zamora; y las parroquias Inmaculada Concepción de Monte Grande, Cristo Rey de Guernica, Santa Ana de Glew y Nuestra Señora de Fátima, en Valentín Alsina; habiendo sido párroco de las dos últimas.

En 2001, apenas constituida la nueva realidad de la diócesis de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Frassia lo designó vicario general. Al servicio de esa Iglesia diocesana, se desempeñó además como formador del seminario San Pablo VI desde su creación en 2003; y desde 2008 como director general del Instituto Diocesano de Formación ‘María, Madre de la Iglesia’, del que fue su principal organizador y artífice. 

Además, fue miembro de los organismos diocesanos de justicia, en los que llegó a desempeñarse como juez del tribunal diocesano y miembro del Consejo Presbiteral y del Colegio de Consultores de esa diócesis.

Colaboró además como asesor y referente pastoral de numerosas instituciones eclesiales y movimientos, entre los que se destaca la Legión de María, a la que acompañó durante largos años y por la que tuvo, desde su juventud, particular afecto. Especial mención merece también su trabajo en el ámbito de la educación católica, en la que estuvo comprometido a lo largo de su ministerio. 

Varios testimonios sostienen su contribución a la consolidación y elevación de la educación católica en la diócesis de Avellaneda-Lanús. 

En agosto de 2011, el papa Benedicto XVI lo distinguió con la designación de Prelado de Honor de Su Santidad en atención a su servicio eclesial extenso y fecundo.

Aquejado por una enfermedad, cuyas limitaciones sobrellevó serenamente durante más de tres años, falleció en la clínica San Camilo, del barrio porteño de Villa Crespo, donde se encontraba internado desde hacía algunas semanas a raíz de diversas complicaciones en su estado de salud.+