La catedral patriarcal de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana (UGCC) resultó dañada como resultado de un ataque masivo con aviones no tripulados en la ciudad de Kiev, la noche del 25 de noviembre.
La tercera ciudad más grande de Ucrania, a orillas del Mar Negro, vio destruida su catedral ortodoxa durante un nuevo ataque, ocurrido en la noche del sábado 22 de julio.
En la séptima semana de la guerra, el arzobispo mayor de la iglesia greco-católica ucraniana, Sviatoslav Schevchuk, envió su mensaje diario y denunció los crímenes de saqueo de guerra.
El arzobispo mayor de la Iglesia greco-católica dijo que desde el nazismo y las represiones de Stalin no se venían tanta cantidad de fosas comunes y personas sepultadas sin entierro cristiano.