El Santo Padre alabó la valentía del cardenal Krajewski en Ucrania y advirtió de la "locura" a la que lleva esta "trágica guerra" en la que algunos piensan en usar las armas nucleares.
"La guerra no conoce la piedad". El cardenal Konrad Krajewski, rezó ante los numerosos cuerpos enterrados en fosas comunes en Izium.
Al concluir la oración mariana, Francisco volvió a dirigir un pensamiento "al pueblo ucraniano torturado" y a "toda tierra ensangrentada por la guerra".
"La misión no se detiene, mañana me voy y sigo adelante, en la ciudad más destruida, Kharkiv", expresó el cardenal Konrad Krajewski.