Según reveló la revista Bitter Winter, el nuevo objetivo de las autoridades de la provincia de Hebei, son las imágenes y monumentos de los 120 mártires chinos canonizados por San Juan Pablo II en el año 2000. El régimen comunista está sistemáticamente demoliendo y retirando las estatuas de los mártires que constituyen un ejemplo de fidelidad a Cristo en medio de la persecución, un modelo peligroso para quienes atentan hoy contra la libertad religiosa.
"Su paradero es desconocido y yo no sé siquiera si está vivo o muerto. Me entristezco hasta las lágrimas cada vez que pienso en este santo varón que hoy tiene o tendría 87 años", declaró Su Tianyou, sobrino del obispo de Baoding, Mons. James Su Zhimin, a la agencia UCANews. "¡Por favor, recen por él!".
Al final de la audiencia de hoy, el papa Francisco expresó una "especial cercanía y afecto con todos los católicos en China" y los invitó a mantenerse "unidos en la comunión con la Iglesia universal". El 24 de mayo se celebra la Jornada mundial de oración por la Iglesia en China, convocada por Benedicto XVI en 2007.
El obispo emérito de Hong Kong, Card. Joseph Zen Ze-kiun SDB, publicó un libro sobre la situación de la Iglesia Católica en China, con el título "Por amor a mi pueblo no me quedaré callado", que señala, "la resolución del purpurado de denunciar las vulneraciones a la libertad religiosa en China".