El pontífice se reunió con unos 50 jóvenes entre 16 y 27 años, de 41 países de los 5 continentes, organizado por la Fundación Scholas Occurrentes.
Lo reclamó al presidir la Misa en Solidaridad con los Excluidos y las Víctimas de Trata en Plaza Constitución, donde también exhortó a que los más pequeños y frágiles sean la prioridad.
"Toda agresión dirigida contra la persona es un sacrilegio", recordó el arzobispo emérito de Corrientes y advirtió que las manifestaciones de la trata "son infinitas y mutan como un virus mortal".
El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Colombo, invitó a participar de la Jornada Nacional de Oración y Reflexión sobre la Trata de Personas, el próximo 20 de septiembre.