En su catequesis publicada, Francisco ofreció una reflexión sobre la parábola del Hijo pródigo y aseguró que, "nuestro Padre amoroso nos espera con los brazos abiertos".
"Las riquezas son un peso muerto. Somos verdaderamente felices cuando somos amados gratuitamente", escribió el Santo Padre en la catequesis preparada para la audiencia general.
Francisco dio a conocer su reflexión para la audiencia general semanal, recordando al publicano Zaqueo. Instó a los fieles a no perder nunca la esperanza, aunque se sientan incapaces de cambiar.
Mientras se recupera en la Casa Santa Marta, Francisco pidió a los fieles que "nunca pierdan la esperanza". Lo hizo en el texto preparado de su catequesis semanal, publicado por el Vaticano.