Los peregrinos y miembros de la comunidad se congregaron a las afueras del templo, y atravesaron la puerta santa para participar de la Eucaristía, que fue presidida por el rector del templo.
La celebración fue presidida por el obispo Marcelo Margni, quien aseguró que "desde nuestra fe, somos llamados a ser signos de comunión y esperanza".
"Será un Año Santo caracterizado por la esperanza que nunca se extingue y que, no solamente se basa en lo personal, sino que se extiende a la sociedad en su conjunto", aseguró el obispo Jorge Lugones.
"Queremos que sea un año que nos llene de alegría, y el centro de esta alegría será nuestra conversión", expresó el obispo, monseñor Luis Urbanc, al presidir la ceremonia.