El arzobispo porteño consideró que, como lo hace con el sordomudo, "Dios está con nosotros, nos anima a encontrarnos, a curarnos. Nos anima, en definitiva, a concretar la fraternidad".
El arzobispo de Mendoza también recordó que la Palabra de Dios es "referencia y horizonte para nuestro amar y servir en Cristo".
"Que el Señor nos enseñe cada día a escuchar bien para poder expresarnos mejor", pidió el obispo de San Isidro en su reflexión semanal.