El Santo Padre concluyó la audiencia de hoy, dedicada al Espíritu Santo y al matrimonio, con un nuevo llamamiento a orar juntos por la paz. "La guerra no perdona", expresó.
Al conmemorar el décimo aniversario de la "Invocación por la Paz" en los Jardines del Vaticano, el pontífice propuso que Jerusalén sea la "ciudad del encuentro" amparado por un estatuto especial.
El Papa instó a los fieles a "ir al pesebre" esta Navidad y "pedir la paz a Jesús".
El Santo Padre recibirá, el 22 de noviembre y en dos reuniones separadas, a parientes de rehenes israelíes de Hamás y a familiares de civiles palestinos que padecen el conflicto en Gaza.