"En el más acá, seamos capaces de testimoniar que otra vida es posible y que hay otra existencia que Dios prepara para nosotros", pidió el arzobispo de Mendoza.
Es el pedido que les hizo el arzobispo de Mendoza a los seis nuevos diáconos permanentes ordenados en la parroquia San Isidro Labrador, del departamento mendocino de Rivadavia.
Fue su segunda edición y participaron jinetes de la parroquia Santo Cura Brochero, de Villa Flores, en Tunuyán. Cuatro días y 120 kilómetros de peregrinación por localidades del Valle de Uco.
"Nuestra misión es testimoniar un Dios de amor, un Dios que muere y resucita para salvarnos", sostuvo el arzobispo de Mendoza durante la misa por el Domingo de las Misiones.