En los últimos seis años, el número de cristianos de la Franja de Gaza se redujo de 4.500 a unos mil fieles, debido a las duras condiciones en las que viven. Ante esto, el párroco de la Sagrada Familia, la única parroquia católica de toda la Franja, el sacerdote brasileño Mario da Silva IVE, comenzó, con la ayuda de algunas instituciones, proyectos de asistencia material y laboral para dar trabajo a más de 30 jóvenes para que no se vayan. Hoy, a menos de un año de esa iniciativa comienzan a verse los primeros frutos y se convierten en "un pequeño rayo de luz para esos jóvenes cristianos".