En el último domingo de Cuaresma, el obispo reflexionó sobre el hecho de experimentar el amor y perdón de Dios, y la dignidad que devuelve Jesús a la mujer adultera.
El obispo auxiliar de Mendoza presidió la misa dominical en la capilla del Seminario arquidiocesano, donde llamó a saber personar, porque "perdonar es dar vida".
"Que el Señor nos enseñe a saber mirarnos a nosotros mismos, examinarnos con coraje y saber recibir esa dignidad que nos devuelve Jesús cuando emplea con nosotros su misericordia".
El arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Eduardo Lozano, reflexionó sobre el relato evangélico de la mujer adúltera y destacó que la frase contundente de Jesús ?"aquel de ustedes que no tenga pecado que le tire la primera piedra"- cambió un momento de violencia por otro de ternura.