"Que el Señor nos conceda en esta Cuaresma un profundo encuentro con el amor misericordioso de Jesús para vivir así una auténtica conversión", pidió en su reflexión semanal.
"Que podamos, cada uno de nosotros, experimentar el amor de Dios, dejarnos perdonar y acariciar por Él y ser mucho más buenos entre nosotros", pidió el arzobispo de Buenos Aires.
El arzobispo de Mendoza consideró que la Cuaresma es un buen momento para hacerlo. "Él quiere nuestra vida, Él nos juzga con misericordia, Él nos ama y nos rescata", aseguró.
El arzobispo sanjuanino reflexionó sobre el pasaje evangélico de la mujer adultera y destacó la actitud de Jesús que, frente a una vida rota, intentó sanarla y no romperla aún más.