Un religioso aseguró desde Fiji que hay poca información sobre la situación en ese país, por lo que alienta a seguir orando y canalizando ayuda para las poblaciones afectadas tras el tsunami.
Las organizaciones caritativas coordinan esfuerzos con su par de Tonga a fin de canalizar la ayuda inmediata, sobre todo la provisión de agua potable tras el terremoto submarino y el tsunami.
El pontífice dijo estar espiritualmente cerca de las personas afectadas por el tsunami provocado por la erupción de un volcán submarino e imploró a Dios que alivie su sufrimiento.
A raíz del violento terremoto que el pasado 28 de septiembre devastó la isla indonesia de Sulawesi causando la muerte de más de 1400 personas, miles de heridos y desaparecidos y destruyó más de 17.000 edificios, se puso en marcha una gran movilización de ayuda humanitaria por parte de la comunidad y de las agencias de ayuda católicas.