Monseñor Mounir Khairallah denunció el alto precio que están pagando sus compatriotas libaneses por un conflicto que "no quieren y nunca querrán", y destaca el aliento del Papa Francisco.
Pidió que cesen los ataques contra la población civil y las fuerzas de paz en el Líbano. También exhortó a "no dejar morir de frío a los ucranianos" y se refirió a la situación "dramática" en Haití.
Francisco recuerda el "derecho a existir en paz y seguridad" para todos los países y pide rezar por la paz, particularmente, para que los libaneses que huyen "puedan volver pronto" a sus vidas.
Cientos de voluntarios de Cáritas participan activamente en la distribución de ayuda y la creación de refugios para los desplazados por el conflicto.