Se trata de un paso subterráneo que conecta la catedral católica de Girata con la mezquita Istiqlal, en el corazón de la capital indonesia.
Al recibir a una delegación de la mezquita de Bolonia, Francisco elogió la amistad entre cristianos y musulmanes, y pidió que las religiones sean respetadas, sin proselitismo ni impedimentos.
Un trozo de la prenda, que se considera una reliquia de segunda clase del santo de Asís, llegó a El Cairo para iniciar una peregrinación por distintas ciudad del país.
"Unámonos para apagar el fuego del odio y de la violencia, y encender la dulce vela de la paz", pidió a musulmanes y cristianos el Dicasterio para el Diálogo Interreligioso.