Con ocasión de la aprobación de la ley del aborto en la Argentina, el episcopado uruguayo la "rechaza por injusta y falsa" y la denuncia como "el mayor genocidio de todos los tiempos".
Los obispos del Uruguay aceptaron el pedido del gobierno y suspenden las celebraciones presenciales, aunque las iglesias permanecerán abiertas.
En el marco de la Fiesta de la Virgen de los Treinta y Tres, que ayer celebraron sin presencia de fieles a causa de la pandemia, pidieron por el fin de la pandemia.
Francisco donó 50 termómetros para la ciudad de Rivera (Uruguay), donde hubo un fuerte brote de coronavirus.