Queridos hermanos todos, queridos diocesanos:
Hemos leído y nos hemos enterado de la muerte del Subteniente Matías Ezequiel Chirino, Oficial del Ejército Argentino, en su primer destino en el Grupo de Artillería Nº 3, con asiento en Paso de los Libres, Corrientes. Allí lógicamente el Ejército, la justicia, recorrerán por los caminos de la prudencia y obviamente de la verdad, eso deseamos siempre y aspiramos, para ser así una sociedad que transita por caminos de seguridad y confianza.
Nos mueve mandar un saludo a sus familiares, en primer lugar, solidarizarnos con ellos como Iglesia Diocesana. Realmente nos sentimos parte y nos duele, conmueve e interpela para renovar nuestra vocación de servicio y estar cerca de las nuevas realidades que a veces manifiestan lejanía o ausencia de criterios en los modos de festejar, por eso creo que es un momento oportuno para recuperar los valores de la sanidad humana y espiritual para celebrar los acontecimientos importantes de la vida.
Queremos como Iglesia Diocesana estar cerca de sus familias. Los capellanes, sacerdotes, que acompañaron la vida de Matías en su etapa de formación en el Colegio Militar de la Nación, y los capellanes de toda nuestra Iglesia Castrense, renovamos nuestro compromiso de acompañar, sostener y a ayudar a los hombres y mujeres de nuestras Fuerzas que entregan su vida con profesionalidad y también con vocación y servicio para el bien y la custodia de nuestra Patria.
Queremos estar cerca del Ejército Argentino en estos momentos difíciles, conociendo su preocupación y su trabajo, acompañando y entendiendo el dolor que significa que uno de sus hombres, en los inicios de su vida militar, con tantas esperanzas e ilusiones, tienen que vivir esta situación difícil.
Al Jefe del Estado Mayor General del Ejército y a todos los integrantes, nuestra cercanía, compromiso, presencia y principalmente nuestra oración; y un saludo a toda nuestra Iglesia Diocesana. Estos momentos duros y difíciles nos hacen sentir nuestra pertenencia de las seis Fuerzas que acompañamos, con humildad, sencillez, vocación y decisión de entregar nuestra vida para estar cerca como servidores que somos a aquellos que están al servicio de la Patria y se forman para custodiarla, con sus fronteras y nuestra gente.
Les pido como Pastor de esta Iglesia Particular a cada uno de los capellanes, a cada uno de los fieles de esta Iglesia Castrense en la Argentina, que recemos por el eterno descanso del Subteniente Matías Chirino, recemos por el consuelo de su familia, por el Ejército y por toda nuestra Diócesis.
Aprovecho la oportunidad para solidarizarnos y rezar por tantos hermanos y hermanas nuestras de las Fuerzas que por distintos motivos pierden su vida, que es, sin lugar a dudas, nuestro mayor don.
Les doy a todos mi Bendición confiando en la providencia y el amor de Dios que a pesar de los momentos difíciles nunca deja de amarnos y acompañarnos con su corazón de Padre.
Mons. Santiago Olivera, obispo castrense